La oposición de Siria rechazó hoy la iniciativa de paz propuesta por el presidente Bashar al-Assad, al señalar que está destinada a arruinar los esfuerzos diplomáticos para poner fin a casi 22 meses de conflicto.
La Coalición Nacional de Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria rechazó toda propuesta que contemple mantener en el poder al régimen de al-Assad, precisó el portavoz de la principal coalición opositora siria, Walid al Bunni, citado por la cadena árabe Al Arabiya.
“Con la iniciativa que ha propuesto, al-Assad sólo quiere cerrar el camino a una solución política que pueda resultar de la próxima reunión de los representantes de Estados Unidos y Rusia con el emisario internacional, Lajdar Brahimi”, dijo al Bunni.
Recordó que durante la formación de la coalición opositora dejaron claro que el objetivo de los sirios era sacar del poder a al-Assad y que “la muerte de 60 mil mártires no será en vano para permitir que un régimen tiránico se mantenga en el poder”.
El jefe de Estado Mayor del rebelde Ejército Libre Sirio, Salim Idris, también rechazó cualquier diálogo con el presidente al-Assad porque la insurgencia está convencida de que el poder acabará en sus manos.
Durante su primer discurso a la nación en siete meses, transmitido por la televisión siria, al Assad propuso un plan de reconciliación nacional que contempla la formación de un nuevo gobierno, aunque insistió en que mantendrá la lucha contra los rebeldes.
El plan contempla el cese del suministro internacional de armas a los rebeldes, para que el ejército suspenda sus operaciones y se inicie un diálogo con el objetivo de elaborar una nueva Constitución y elegir a un nuevo gobierno.
Sin embargo, dejó claro que no podrán participar en esta iniciativa “aquellos que han traicionado a Siria”.
El mandatario sirio afirmó que el conflicto, que según las Naciones Unidas ha causado más de 60 mil muertos desde marzo de 2011, no enfrenta “al poder y a la oposición, sino a la patria y a sus enemigos, al pueblo y a sus asesinos”.
Al-Assad, cuyo mandato termina en 2014, acusó a los países occidentales de “cerrar todas las puertas del diálogo” y rechazó la idea de dejar el poder, al señalar que cualquier transición debe realizarse en conformidad con la Constitución”, en referencia a elecciones.
En reacción al discurso de al-Assad, el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, escribió en su cuenta Twitter que “las promesas de reforma” de Bashar al-Assad no engañan a nadie, añadiendo que este discurso va “más allá de la hipocresía”.
Desde que estalló la revuelta popular que después se convirtió en una guerra civil, el régimen de Damasco considera a los rebeldes y a los opositores como “terroristas” armados y financiados por el extranjero, y denuncia “una conspiración” contra Siria.
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