Desde México hasta Brasil se mantiene una alerta constante dados los reportes de víctimas por balas perdidas que parecen multiplicarse en la temporada de fiestas.
“El caso de una niña de 11 años de edad que murió en Medellín luego de ser alcanzada por uno de los muchos proyectiles disparados al aire para darle la bienvenida a 2013 está lejos se ser único en Latinoamérica”, menciona el portal de la BBC en el artículo “El país de las balas perdidas”.
Países como Guatemala, Honduras, Paraguay o México reportaron lesionados y muertes “accidentales” por arma de fuego durante la semana de Navidad. Tal es el caso del medallista olímpico Noé Hernández quien sufriera un impacto de bala en un bar del Estado de México el pasado 30 de diciembre, caso del que aún se desconocen detalles de como ocurrió debido a que el deportista no ha estado en condiciones para hablar de los hechos.
Sin embargo la medición del fenómeno no permite levantar una estadística confiable dado que las cifras se mezclan con otros incidentes relacionados con la violencia y el narcotráfico.
Recientemente, en Colombia se registraron este tipo de hechos y como resultado tuvo más de una víctima al día, en el 2012, de los cuales 57 murieron y 335 resultaron heridos.
El caso mexicano no es más alentador; en la ciudad de México tan sólo en la delegación Iztapalapa, se registraron 38 personas heridas en 2011 de las cuales 6 fallecieron. Tal es el caso del deceso de Hendrick, el niño de 11 años que murió luego de que un tiro perdido lo impactara al interior de una sala de cine.
Ambos países han puesto en marcha campañas de prevención y atención a la tragedia. La policía colombiana comenta que la reducción en muertes por balas perdidas se debe a la tipificación del delito “disparo sin necesidad” que involucra penas de 1 a 6 años.
Mientras el gobierno del Distrito Federal, en México, puso en marcha su programa de “despistolización” en las delegaciones Iztapalapa y Gustavo A. Madero, y operativos contra lo que se ha vuelto una costumbre.
En el reportaje británico se comenta que existe una disputa por establecer “el país de las balas perdidas” entre Colombia, Brasil y México, donde los indices de violencia abarcan gran parte de sus territorios. (Con información de BBC)
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