La administración del presidente Barak Obama busca impulsar un plan de control de armas más amplio que regular la venta de fusiles de asalto y municiones de alta capacidad, informó hoy el diario The Washington Post.
El periódico destacó que para restar injerencia a la Asociación Nacional del Rifle (NRA), la mayor opositora a reglamentar la venta de armas, el gobierno de Obama cabildea por ejemplo con Wal-Mart, la mayor cadena de ventas al menudeo en el país.
La estrategia ha sido encargada al vicepresidente Joe Biden, quien encabeza una comisión formada a raíz de la matanza el mes pasado de 20 niños y seis maestras en una escuela de Connecticut.
Biden lanzaría una sistemática campaña de relaciones públicas a favor de reglamentar la venta de armas y municiones al público una vez que la administración Obama acuerde los lineamientos, informó el Post.
El vicepresidente promoverá nuevas legislaciones pero también mayor autoridad a instituciones de gobierno para que emitan mandatos que regulen la disponibilidad de las armas, de acuerdo con información del diario.
Biden adelantó que la estrategia incluirá varios puntos, como revisar los antecedentes de todas las personas que soliciten comprar armas y formar un nuevo banco de datos para la administración federal para el control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF).
La administración Obama considera que va a “enfrentar férrea oposición por parte de la NRA y sus aliados en el congreso”, indicó el diario.
Esa asociación se ha abstenido por su parte de opinar sobre la estrategia oficial.