Messi con su primer Balón de Oro en 2009. Foto/Especial
Leo Messi ha marcado un hito al lograr el cuarto Balón de Oro, y además de forma consecutiva, un altar que ningún otro jugador del firmamento llamado fútbol había conseguido jamás.
Con su segundo Balón de Oro en 2010. Foto/Especial
La entrada en la historia de este argentino de Rosario, descubierto por el Barça aún cuando era un niño con problemas de crecimiento, no ha sido una sorpresa, dado que una década después de haber abandonado su país, ha sido capaz de romper todos, o casi todos, los récords.
Sólo el año pasado, se convirtió en el máximo goleador de partidos oficiales de la historia del club azulgrana; batió el récord de tantos anotados en una temporada de la Liga de los Campeones (14); y realizó el mayor número de goles en un año natural (91: 86 con el Barça y 12 con su selección), rompiendo el récord que desde hace cuatro décadas ostentaba el alemán Gerd Müller.
Con su tercer Balón de Oro en 2011. Foto/Especial
Messi tiene 25 años y aún varios años de carrera por delante en los que quiere “seguir conquistando títulos colectivos”, porque aunque parezca mentira, el jugador no está contento consigo mismo.
“No creo que este haya sido mi mejor año”, afirmaba en rueda de prensa poco antes de lograr el galardón, argumentando que a pesar de todo lo conquistado individualmente, el año no había sido prolijo en títulos para el Barça.
El delantero argentino recibió este lunes su cuarto Balón de Oro. Foto. AP
Apodado “la pulga”, por su tamaño y por su aparente timidez, Leonel Messi se convirtió hoy en uno de los jugadores más grandes de la historia al ganar su cuarto Balón de Oro vestido con un nada discreto traje negro con lunares blancos.
Con información de EFE