LONDRES. El padre de la estudiante india violada y torturada en un autobús de Nueva Delhi el pasado 16 de diciembre ha revelado a un medio británico el nombre su hija, Jyoti Singh Pandey, pues considera que ello dará “coraje” a otras mujeres.

 

La joven estudiante de fisioterapia falleció en un hospital de Singapur pocos días después de sufrir una brutal violación el pasado mes a manos de seis hombres mientras se encontraba en un autobús, tras lo que fue arrojada del vehículo a la carretera junto con un amigo.

 

Hasta la fecha, su nombre se había mantenido en secreto, y los medios se referían a la víctima como “Amanat”, aunque existían varias versiones.

 

Sin embargo, en una entrevista que publicó ayer el británico The Sunday People, el padre de la chica, Badri Singh Pandey, de 53 años, ha querido que “el mundo conozca su nombre real”.

 

“Mi hija no hizo nada malo, murió mientras se protegía a sí misma”, indicó.

 

“Estoy orgulloso de ella. Revelar su nombre dará coraje a otras mujeres que han sobrevivido a estos ataques. Encontrarán fortaleza de mi hija”, explicó.

 

Badri indicó además que aunque en un principio quiso ver “cara a cara” a los responsables de la muerte de su hija, finalmente había cambiado de idea.

 

“Ahora solo quiero escuchar que los tribunales los han castigado y que van a ser colgados”, señaló el hombre, que admitió que quiere “la muerte para los seis”, a los que calificó de “bestias”.

 

El padre de la estudiante india también reconoció a este rotativo que no tiene palabras para describir lo que tuvo que sufrir su hija durante el ataque: “Todo lo que puedo decir es que (los responsables) no son humanos, ni siquiera animales. No pertenecen a este mundo”.

 

El caso ha conmocionado a la sociedad india y ha desatado una inusitada ola de protestas y movilizaciones en este país.

 

Un tribunal de Nueva Delhi imputó este sábado a cinco de los seis acusados de violar y torturar a la chica y la juez Namrita Aggarwal, del tribunal metropolitano de Saket, en el sur de la capital india, ha ordenado que los acusados, que están en prisión, comparezcan hoy ante ese instancia.

 

La magistrada imputó a todos los acusados por una larga serie de ofensas entre las que figuran violación y asesinato, delito este último que en la India puede ser castigado con la pena capital.