PARÍS. Las cuencas hidrográficas de México sufren un “estrés hídrico severo”, la calidad de ríos, lagos y acuíferos disminuye y aumentan las inundaciones, sequías y huracanes, según las conclusiones de un informe publicado hoy por la OCDE, que considera el tema del agua un “asunto de seguridad nacional”.
El crecimiento de la población y la mayor incidencia de los efectos del cambio climático “empeorarán la situación actual”, lo que obliga a las autoridades mexicanas a reaccionar de inmediato, indicó el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, en un comunicado para presentar el informe “Making water reform happen in Mexico”.
El informe señaló que México ha cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio en términos de agua, pero tendrá que seguir haciendo avances para garantizar el servicio a los 40 millones de habitantes más que tendrá el país en 2030.
(FOTO: YÉSSICA SÁNCHEZ | 24 HORAS)
Por ejemplo, los subsidios a la energía eléctrica utilizada para bombear el agua de riego, generan uso irracional del agua y “amenazan los medios de subsistencia de los granjeros y de las comunidades locales, las primeras en sufrir cuando falta el agua”.
Ello incrementa “costes económicos, sociales y ecológicos, el despilfarro de aguas subterráneas y la polución de los acuíferos”, afirmó.
Por ello, Gurría pidió dar “prioridad a la reforma del sector del agua”, con una mayor coordinación entre la acción federal y las de las diferentes cuencas y con un incremento de la productividad y la rentabilidad que permita que la política hídrica y la agricultura “se refuercen mutuamente”.
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Respecto a los avances, destacó como el hecho de que triplicara entre 2000 y 2009 el presupuesto de la CONAGUA, la creación de un marco institucional federal, estatal y de cuenca; las cuencas mexicanas creadas hace 20 años no están todavía totalmente operativas.
El modelo de reforma, explica la OCDE, es “concretar políticas de gestión del agua más flexibles, marcos regulatorios más estables y más sólidos, y un mayor uso de instrumentos económicos e infraestructuras verdes”.
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