El ex marchista Noé Hernández fue dado de alta de la Clínica de Neurotraumatología, donde fue acompañado hasta la salida por los médicos que le atendieron para reunirse con sus familiares.
En pequeña rueda de prensa ahí mismo para atender a los medios que le aguardaban, el subcampeón olímpico en Sidney 2000, quién fue víctima de una agresión con arma de fuego el 31 de diciembre pasado y que le hizo perder el ojo izquierdo, demostró que sus facultades mentales están íntegras.
“Me siento bien en un aspecto social, siento que me revolotea toda la vida de la oportunidad que me dieron otra vez, ahora me toca redoblar esfuerzos y ayudar a la gente”, dijo de entrada.
Hernández, quien lucía lentes obscuros y algunos vendoletes en la cabeza, agradeció a los médicos que lo atendieron como el neurólogo Carlos Castillo, a su familia y a los medios “pues todos fueron parte de su motivación que ayudó a que tomara la fuerza necesaria para enfrentar los retos que vienen, ya que no pensaba que contara con el apoyo de tantas personas que mostraron su preocupación mientras me encontraba hospitalizado”.
“Todos ustedes fueron el motor, en serio que fue muy difícil, y a pesar de que lo de la medalla fue hace mucho tiempo, darse cuenta que hay mucho gente que le intereso, familia, vecinos, medios de comunicación, es lo que me hace darme cuenta que sigo siendo parte de la historia”, abundó.
El ex andarín indicó que sigue otra parte de su rehabilitación física y neurológica que llevará de dos a tres meses, mientras la visión del ojo derecho, también afectada, tardará más de un año.