PEKÍN. La polémica por la censura al prestigioso semanario Southern Weekly, que causó las primeras manifestaciones en décadas por la libertad de expresión en China, condujo ayer a un preacuerdo entre la publicación y las autoridades provinciales, aunque sus consecuencias se han extendido a otros medios.

 

Tras dos días de huelga, la redacción del cantonés Southern Weekly (Nanfang Zhoumo en mandarín) desconvocó la protesta iniciada contra la censura que el Departamento de Propaganda aplicó en su editorial de Año Nuevo, según informó el South China Morning Post.

 

Fuentes cercanas a la publicación aseguraron que en las negociaciones participó el máximo responsable del Partido Comunista de China (PCCh) en Cantón, Hu Chunhua, quien dio a entender que cesaría al actual jefe de Propaganda provincial, Tuo Zhen, al que los periodistas atribuyen un estricto control sobre el contenido de la publicación.

 

Sin embargo, Hu también sugirió que no le destituiría de inmediato con el fin de “salvar la cara” del alto cargo y del Departamento.

 

Con este acuerdo, que también evita “un castigo” para los trabajadores que se declararon en huelga, las autoridades del gigante asiático consiguen rebajar el clamor popular contra la censura, que provocó manifestaciones a favor de la libertad de expresión ante la sede del semanario durante los últimos dos días.

 

Las redes sociales también acumularon miles de comentarios de los ciudadanos del país a favor de la libertad de prensa e incluso algunas celebridades chinas, como los populares actores Yao Chen y Chen Kun -que juntos suman más de 59 millones de seguidores- se unieron a la causa del “Southern Weekly”.

 

El aparente control sobre el conflicto en Cantón contrasta con las nuevas protestas que ha suscitado la obligación de todos los medios del país de publicar un editorial que intenta justificar la censura.

 

El escrito, publicado el pasado día 7 por el diario “Global Times”, vinculado al PCCh, apunta que China “no tiene la infraestructura social para apoyar la prensa libre” y culpa a “fuerzas externas” de los incidentes en Cantón.

 

Aunque la mayoría de los medios de comunicación han claudicado y reproducido el mensaje, algunos de ellos -los considerados más liberales del país- fueron más reticentes a la hora de complacer las demandas del Departamento de Propaganda del Partido.

 

Por el momento ningún alto cargo del Gobierno chino ha hecho declaraciones públicas sobre las recientes disputas entorno a la libertad de expresión de los medios en el gigante asiático, algo que cuestiona hasta que punto el nuevo líder del PCCh, Xi Jinping, apoyará medidas de mayor apertura económica, política y social.

 

Sea como fuere, las protestas reflejan las presiones al régimen para una mayor flexibilización de la prensa y plantea un desafío para el Gobierno central.

 

Bo Xilai a juicio

 

PEKÍN. El dirigente chino caído en desgracia Bo Xilai ha quedado en manos de la Justicia para su procesamiento, según anunció ayer la Comisión de Supervisión Disciplinaria del Partido Comunista de China.

 

Bo fue el año pasado el protagonista del mayor escándalo de la política china en décadas, después de que se diera a conocer que su esposa, Gu Kailai, había sido responsable de la muerte del empresario británico Neil Heywood en noviembre de 2011.

 

El hasta principios de 2012 secretario general del Partido Comunista en la ciudad de Chonqqing y una de las figuras más populares dentro del PCCh quedó destituido el pasado marzo.

 

En agosto, Gu fue declarada culpable del asesinato de Heywood, lo que le acarreó una condena a muerte suspendida, que en la práctica equivale a una cadena perpetua.

 

Al mes siguiente, el Partido Comunista anunció la expulsión de Bo como miembro de esta formación y el traspaso de los documentos de su caso a la Justicia para que ésta decidiera qué hacer con el exdirigente.

 

Entonces el Politburó acusó a Bo de graves delitos, entre ellos la aceptación de sobornos masivos, tratar de encubrir a su esposa en la muerte de Heywood, tomar decisiones erróneas para buscar la promoción personal o mantener relaciones impropias con numerosas mujeres.

 

Hasta ahora se desconoce en la fecha en que comenzará el juicio contra Bo Xilai.

 

El proceso será el que más expectación haya creado en la política china desde el celebrado entre 1980 y 1981 contra la llamada “Banda de los Cuatro”, el grupo de allegados de Mao Zedong encabezado por la esposa de éste, Jiang Qing, y que supuso la condena de la Revolución Cultural y el comienzo del periodo de reformas fomentado por Deng Xiaoping. EFE