El doctor Mario Álvarez Ledesma es director del Departamento de Ciencias Jurídicas y Sociales del Tecnológico de Monterrey CCM y uno de los mayores expertos del país en derechos humanos. Considera que la “redundante” reforma presentada por el PRI para modificar el artículo 1 constitucional evidencia la poca preparación de los legisladores mexicanos pues, lejos de ayudar a resolver los problemas de interpretación jurídica del texto actual, podría generar conflictos ante instancias internacionales.
¿CÓMO DEBE INTERPRETARSE LA REFORMA PARA MODIFICAR EL ARTÍCULO 1 CONSTITUCIONAL PRESENTADA POR EL PRI?
El proyecto de modificación obedece a una dificultad del texto original, ya que no queda del todo claro si la Constitución mexicana y los tratados internacionales tienen el mismo nivel jerárquico. La redacción, como está, induce a pensar que tienen el mismo nivel, lo cual tiene consecuencias muy complejas en la aplicación de los derechos humanos. La reforma busca evitar esta posible dificultad de interpretación; sin embargo, siendo críticos frente a reformas que se hacen al vapor, podría ser redundante, porque el Artículo 15 constitucional señala claramente que si hubiera una contradicción entre la Constitución y los tratados internacionales de derechos humanos, prevalecen estos últimos. Esto no se tuvo en cuenta. Otro problema de la reforma es que México firmó la Convención de Viena sobre los tratados, la cual es muy clara al señalar que, antes de firmar un tratado internacional, los Estados deben revisar si hay una posible contradicción entre su Constitución y el tratado, para que se puede echar mano de dos recursos muy importantes: los criterios de interpretación y las reservas. La Convención de Viena también dice que un Estado no puede firmar un tratado internacional y luego señalar que no se dio cuenta que había una contradicción. No sé si esto lo tomaron en cuenta los legisladores, porque en el caso de una posible contradicción futura entre un tratado internacional y la Constitución, la Convención de Viena está antes que la reforma constitucional de 2009.
¿ESTO ES VINCULANTE?
Por supuesto, pero hay otro tema. Habrá que ver qué dicen los tribunales internacionales de derechos humanos con base en el principio pro homine (pro persona) que está en el actual Artículo 1, pues independientemente del tema de jerarquía, aplicarán el criterio de la mayor protección posible en favor de los derechos humanos, al margen de que hubiera una contradicción con el derecho mexicano. Como las decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos son vinculantes, van a terminar aplicando ese criterio.
¿POR QUÉ A LA CLASE POLÍTICA LE RESULTA INCÓMODA LA REDACCIÓN ACTUAL DEL ARTÍCULO?
Un problema que tienen algunos políticos es su profundo desconocimiento del valor de los derechos humanos. Piensan que es una moda; no captan a cabalidad que son un criterio de justicia y legitimidad de la democracia. Esto tiene un alcance enorme: constituyen la justificación última del poder político y son los criterios para medir el funcionamiento de las instituciones públicas. Un político que no sepa esto es de la prehistoria. Vea lo que le pasó al anterior Presidente por desconocer esto. Los problemas que va a tener Felipe Calderón en el futuro por las gravísimas violaciones a los derechos humanos cometidas en el sexenio pasado en la guerra contra el narco: tortura, desapariciones forzadas… Ronald Dworkin decía que cuando los derechos humanos se toman en serio, funcionan como un filtro para la política pública. Esta lucha tendría que haberse medido en las afectaciones de derechos humanos. Si Calderón hubiera tomado esto en serio, tendría que haber suspendido derechos humanos y garantías para dejarle a las Fuerzas Armadas elementos para atacar a la delincuencia organizada con fuerza jurídica. El efecto de esto es una grave cantidad de violaciones. Sé que políticamente es muy difícil suspender garantías, se ve muy mal, pero como no se hizo, el entonces Presidente tendrá que rendir cuentas ante organismos internacionales y la Corte Penal Internacional.