BRUSELAS. El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, se mostró abierto a exigir a Google que cambie su sistema de búsquedas, ya que podría estar abusando de su posición dominante al redirigir las búsquedas de los internautas a sus servicios propios.

 

Más de dos años después de que Bruselas iniciara una investigación para esclarecer si el modelo de negocio de la compañía respeta las normativas europeas de competencia, Almunia perfila que Google está distorsionando las elecciones de los consumidores en detrimento de sus rivales.

 

Almunia, según una información publicada por el diario británico Financial Times, señaló que la CE está aún investigando ese caso y que su “convicción es que (Google) está desviando el tráfico”.

 

Un portavoz comunitario confirmó esas declaraciones de Almunia, al tiempo que recordó que ya en mayo de 2012 el vicepresidente de la CE apuntó que la investigación les llevó a “identificar” varias preocupaciones en las que las prácticas empresariales de Google “pueden ser consideradas abuso de posición dominante”.

 

El “desvío del tráfico” al que apunta el vicepresidente de la CE supondría que cuando un usuario hace una búsqueda, Google da preferencia a los resultados de sus servicios verticales y los muestra primero, en detrimento de los de sus competidores.

 

La postura contrasta con autoridades de Estados Unidos, en específico, de la Comisión Federal de Comercio (FTC, en inglés), que tras 19 meses de investigación consideró que no hay pruebas que indiquen que Google favorece a sus propios servicios en su motor de búsqueda.

 

La FTC sí pidió a Google que haga algunos cambios en sus procesos de búsqueda y que abra a los competidores sus patentes en telefonía móvil.

 

Almunia mostró sus sospechas de que la empresa estadounidense está realizando un uso indebido de su posición dominante, incurriendo en un abuso de la misma.

 

La investigación se mantiene abierta por el momento y la CE continúa conversaciones con Google, que ha presentado posibles soluciones para esclarecer sus dudas sobre la legalidad de su modelo de negocio.

 

Si las alternativas planteadas por Google no convencen a Bruselas, la CE podría presentar cargos contra la compañía, una decisión final que podría llegar este mismo mes.