El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró una emergencia de salud pública en el estado el sábado, ante la severa temporada de gripe, y funcionarios de todo el país lidiaban con la peor epidemia de esta enfermedad en años.

 

Durante la última semana, se registraron brotes amplios de gripe en 47 estados. La cifra, reportada la víspera por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), fue superior a la de 41 reportada una semana antes. Los únicos estados sin casos considerables de gripe eran California, Misisipí y Hawai.

 

En Nueva York, la emergencia suspende por un mes una ley estatal que limita la autoridad para que los farmacéuticos suministren vacunas sólo a mayores de 18 años. La edad mínima a la que podrá inmunizarse ahora a las personas es de 6 meses.

 

La orden de Cuomo surge luego de que se han reportado casi 20 mil casos de influenza en el estado durante esta temporada. El número supera por más de cuatro veces el de 4 mil 400 resultados positivos de laboratorio registrados en toda la temporada anterior.

 

Pese a que la enfermedad golpea a 47 de 50 estados, surgió el viernes una buena notica, pues declina el número de zonas más afectadas.

 

La temporada de gripe en Estados Unidos comenzó un mes antes, en diciembre, con una cepa de virus que provoca síntomas más severos en la gente. Ello generó temores de que los brotes fueran muy intensos, un año después de una de las temporadas más benignas en la historia reciente.

 

Los números más recientes muestran que la gripe rebasó el umbral “epidémico” la semana pasada. La información se basa en las cifras de muerte por neumonía e influenza en 122 ciudades de Estados Unidos. Sin embargo, no es del todo inusual, pues el nivel epidémico varía en distintas épocas del año y se superó antes durante esta temporada, en octubre y noviembre.