El burro ladrón de Ciudad Juárez

 

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En julio de 2008, un burro fue detenido por la policía en Ciudad Juárez, debido a que fue encontrado con la carga de un robo perpetrado minutos antes en la sede local del sindicato de maestros.

 

Los policías que acudieron a atender un robo se encontraron que en el lugar sólo estaba un burro atado a una carreta, en la cual había diversos objetos que dos hombres pretendían hurtar como dos archiveros, cinco trofeos y una taza de baño. El animal había sido abandonado por los ladrones ante la llegada de la policía.

 

Los agentes decidieron detener al burro y presentarlo ante un juez, quien determinó que este debía ser encerrado en espera de la captura de los ladrones o la reclamación del dueño.

 

El asno permaneció en las instalaciones de la caballeriza policial en calidad de detenido. La policía estableció que para recuperarlo su dueño tendría primero que demostrar que él no era parte de los ladrones que hurtaban en la oficina del SNTE, y luego, pagar por el hospedaje y los alimentos que consumió el animal durante su reclusión.

 

 

El gato cómplice de presos de Brasil 

 

 

Apenas este cinco de enero, agentes penitenciarios de la cárcel Desembargador Luiz de Oliveira Souza, en la ciudad brasileña de Arapiraca, capturaron un gato que transportaba para el interior del presidio adheridos a su cuerpo sierras usadas como arma blanca y un teléfono móvil.

 

El felino fue criado y entrenado por un grupo de presos sin que los guardias se dieran cuenta para que les llevara cosas a la cárcel.  Al momento de la detención, el animal llevaba adherido a su cuerpo cuatro pequeñas sierras, dos brocas de taladro, unos audífonos, un teléfono móvil con cuatro baterías y un cargador y una memoria USB.

 

El gato fue remitido al Centro de Control de Zoonosis de Arapiraca.

 

 

Los perros asesinos de Iztapalapa

 

 

El pasado siete de enero, la Procuraduría general de justicia del Distrito Federal confirmó que cuatro personas -cifra que posteriormente aumentó a cinco- que habían sido encontradas sin vida en cerro de la Estrella, en Iztapalapa, murieron por las mordidas ocasionadas por una jauría de aproximadamente diez perros.

 

En los siguientes días, las autoridades del Distrito Federal “detuvieron” en total a 57 perros, 25 de los cuales ya fueron “puestos en libertad” pues los exámenes y pruebas periciales comprobaron que no tenían ningún rastro de las víctimas que los ligara con las muertes. Se espera que sea el lunes cuando el total de los animales sean dados en adopción. 

 

Aunque la procuraduría mantiene la versión de que la muerte de las cinco personas se debió a las mordeduras de los perros, los familiares han rechazado esta línea e incluso la Comisión de derechos humanos ha dado a conocer que interpondrá una queja por la actuación de las autoridades en la investigación

 

Mientras tanto, integrantes de la sociedad civil también han criticado a las autoridades por responzabilizar a los perros de las muertes. En redes sociales se hizo incluso el hashtag #yosoycan26 y se han realizado manifestaciones de protesta que piden “la liberación” de los animales.