Malas noticias para las miles de personas que desean que Texas forme un nuevo país: el estado sigue siendo parte de Estados Unidos.
A una solicitud de que se permita la independencia de Texas, la Casa Blanca respondió que los llamados Padres Fundadores de la nación “no concibieron el derecho de separarse de ella”.
Más de 125.000 personas firmaron la petición, presentada pocos días después de que el presidente Barack Obama ganó la reelección. La Casa Blanca se comprometió a responder antes de 30 días cualquier solicitud que recabe más de 25.000 firmas.
Jon Carson, director de la Oficina de Compromiso Público de la Casa Blanca, respondió a la petición con una cita del primer discurso de toma de posesión de Abraham Lincoln y con una opinión de la Corte Suprema al término de la Guerra Civil.
En la respuesta dijo que Estados Unidos fue creado como una “unión perpetua” que permite a la gente con creencias diferentes debatir sus problemas.
“La democracia puede ser ruidosa y controvertida”, dijo Carson. “El debate libre y abierto es lo que permite el funcionamiento del país, pero por mucho que valoremos un debate saludable, no permitimos que ese debate nos divida”, agregó.
La petición fue presentada por Micah Hurd, miembro de la Guardia Nacional de Texas y estudiante de ingeniería en la Universidad de Texas en Arlington. Hurd no estuvo disponible para opinar sobre el asunto.
En la solicitud para que se permitiera a Texas separarse del país se argumentó las “dificultades económicas (por las que atraviesa Estados Unidos) derivadas del descuido del gobierno federal para reformar el gasto interno y externo”.
En la petición se expuso que dada la dimensión de la economía de Texas y debido a que el estado tiene un presupuesto equilibrado, sería “prácticamente factible para Texas separarse de la unión”.