BAMAKO.- La Fuerza Aérea francesa ejecutó varias operaciones de castigo contra objetivos salafistas en el norte de Mali, en particular depósitos de armas y campos de entrenamiento, informó una fuente del ministerio de Defensa de Mali.

 

Los ataques se produjeron en las localidades de Lere (cerca de la frontera con Mauritania) y Duentaza, en la periferia de Gao, una de las tres grandes ciudades del norte de Mali (junto con Tombuctú y Kidal), indicó la fuente, que precisó que esas incursiones aéreas están acompañadas “de avances sobre el terreno”.

 

La fuente no precisó si dichos “avances sobre el terreno” los han llevado a cabo las tropas malienses o han corrido a cargo de unidades francesas y se limitó a señalar que tenían por objetivo “destruir todos los objetivos sospechosos”.

 

Por su parte, en París, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, aseguró que ya se ha logrado frenar el avance salafista hacia el sur de Mali, objetivo toral del gobierno de Francois Hollande, pero que todavía debe mantenerse la ofensiva para que el país africano pueda recuperar su integridad territorial.

 

En una entrevista concedida a la cadena LCI, Fabius indicó que si Francia no hubiera intervenido, los salafistas, que controlan desde mediados de 2012 el norte de Mali, “ya habrían llegado hasta Bamako”, la capital.

 

Fabius recordó que cuatro aviones “rafale” de la Fuerza Aérea francesa destruyeron infraestructuras y depósitos cerca de la ciudad septentrional de Gao, y dentro del apoyo internacional recibido a la ofensiva, agradeció particularmente que Argelia les haya permitido “sobrevolar su espacio aéreo sin limitación”.

 

“Trabajamos con los argelinos y seguimos conversando. Creemos que si las tropas africanas (en alusión al contingente de la CEDEAO que se debe desplegar de inmediato en Mali) deben dirigirse al norte, será necesario que los argelinos cierren sus fronteras”, explicó.

 

Fabius añadió que Francia tiene la intención de que su ayuda al Ejército de Mali sea “esencialmente aérea”, pero destacó que para que esas incursiones tengan éxito debe haber ciertas conexiones sobre el terreno.

 

En este sentido, indicó que ya hay “varios centenares de soldados” franceses destacados en Mali, que se reforzarán en los próximos días, cuando también está previsto que lleguen los contingentes de Senegal, Níger, Nigeria “y probablemente Chad”.

 

Los grupos salafistas a los que se están enfrentando, según avanzó, “están dotados de armas potentes”, una capacidad sobre la que afirmó que aunque a Francia no le ha agarrado por sorpresa, sí ha sido mayor de la calculada en principio. EFE

 

Claves del conflicto

 

BAMAKO. Mali fue una colonia francesa hasta 1960, año de su independencia. Desde ese momento, los gobiernos malienses han sufrido de ataques de los tuaregs, comunidad nómada compuesta por 1.5 millones de personas; todos se distribuyen entre Argelia, Libia, Burkina Faso, Níger y Mali.

 

A las aspiraciones de expansión de los tuaregs, se les unen, aunque entre ellos se pelean, los terroristas de Al Qaeda en el Magreb Islámico junto a otra guerrilla terrorista formada en 2010.

 

El pasado miércoles, los tres grupos ya habían rebasado la línea de demarcación que desde marzo divide el norte del sur de Mali. Los terroristas llegaron hasta Konna, una minúscula ciudad poblada por 37 mil habitantes.

 

El mismo miércoles, el presidente interino de Mali, Dioncunda Traoré, pidió auxilio a Francia y a la ONU. El viernes por la noche, aviones franceses ya atacaban a los terroristas.

 

El pasado 22 de marzo, un grupo de militares de Mali dio un golpe de Estado en protesta por la falta de medios para combatir a los rebeldes. El líder de la asonada, Amadou Haya Sanogo, depuso a Amadou Touré y acabó cediendo el poder al presidente de la Asamblea Nacional, Dioncunda Traoré.

 

A finales de junio, un enfrentamiento entre tuaregs e islamistas en la ciudad de Gao arrojó la cifra de 20 muertos.