Mientras los soldados franceses, que efectúan sus primeras operaciones terrestres en Mali, se enfrentaban el miércoles en Diabali, a 400 km de la capital del país, los combatientes islamistas vinculados a Al Qaeda, realizaron simultáneamente un ataque contra una instalación gasera que opera BP en Amenas, Argelia. Cerca de la frontera libia, al sureste del país.
El saldo fue de dos muertos, un británico y un argelino; tres heridos, dos británicos y un noruego; y además los islamistas secuestraron a 41 “occidentales”, replicando a la intervención militar de Francia en Mali, donde los soldados galos enfrentaban “cuerpo a cuerpo” a los islamistas. Aunque fuentes oficiales argelinas aseguraban que eran “más de veinte” el número de cautivos.
Entre los extranjeros retenidos figuran 13 noruegos, siete estadounidenses y ciudadanos de Francia, Canadá, Japón e Irlanda, entre otros países.
En Estados Unidos, el Departamento de Estado confirmó que estadounidenses figuraban entre los rehenes. Un irlandés y un noruego también son rehenes, según Irlanda y la prensa noruega. El ataque y la toma de rehenes fueron llevados a cabo por combatientes procedentes del norte de Mali, dijo uno de ellos.
Se destacó que este es el mayor desafío terrorista al que se enfrenta el gobierno argelino desde que en 2003, el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), del que se creó Al Qaeda en el Magreb, capturó a 32 turistas en el Sáhara.
Un combatiente indicó que el ataque constituía una acción de represalia, tras el inicio de la intervención militar francesa en el vecino Mali el pasado viernes. Agregó que Mokhtar Belmokhtar, dirigente histórico de AQMI, apodado ‘el tuerto’, había “amenazado con responder ante cualquier intervención militar en Mali”. AQMI excluyó recientemente a Belmokhtar, quien creó su propia unidad de combate.
“Las fuerzas especiales francesas están actualmente en Diabali luchando cuerpo a cuerpo contra los islamistas. El ejército maliense está igualmente en la región”, explicó una fuente de seguridad de ese país.
Un vocero de los islamistas declaró a dos portales de Internet en Mauritania que el grupo armado mantenía secuestrados “a 41 occidentales, incluyendo a siete estadounidenses, (así como) ciudadanos franceses, británicos y japoneses”.