Tras las acusaciones que cayeron sobre el ex gobernador de Puebla, Mario Marín, el actual mandatario de la entidad, Rafael Moreno Valle, aseguró que no se tienen los elementos jurídicos que impidan que el ex funcionario siga en libertad.
“A mí no me gusta ver hacia atrás, siempre hay que ver hacia adelante. Desde el inicio de mi gobierno, más que lamentarnos de lo que pudiera haber sucedido y de las circunstancias en que nos encontramos siempre estuvimos buscando nuevas soluciones a viejos problemas”, añadió en entrevista con Radio Fórmula.
Aunque sí reconoció que la anterior administración dejó “una deuda de nueve mil 500 millones de pesos, que hemos venido reduciendo”.
Con Peña, relación institucional
En cuanto a su relación con el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, Moreno Valle, quien llegó al poder en Puebla mediante la alianza de Acción Nacional con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), dijo que se basa en el respeto institucional, pero que el titular del Ejecutivo federal está mandando una señal “con visión de integración”.
Al ser cuestionado sobre su acercamiento con la líder del Sindicato de los Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, quien estuvo presente en su segundo Informe de labores, aclaró que “al llegar al gobierno le solicité a la maestra (Elba Esther) que pudiéramos implementar un modelo educativo en Puebla, que nos permitiera mejorar la calidad en la educación.”
Por lo que, continuó Moreno Valle, se signó un pacto “donde el gobierno tuvo que asumir su responsabilidad, en este caso fue invertir más en infraestructura”, y por su parte, el sindicato magisterial se comprometió a mejorar el nivel de preparación de los maestros.
El mandatario estatal comentó que busca que la entidad que administra recupere el liderazgo que tuvo a nivel nacional, desde la época de la Colonia, “habíamos perdido el rumbo y sentimos que estamos en la ruta correcta…”, sentenció.