La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) aseguró hoy que esperará el dictamen del peritaje técnico que se realiza a los aviones Boeing 787 Dreamliner, que en días pasados registraron diversas averías a causa de las baterías de litio que utiliza.
A través de un comunicado, afirma que “la prioridad del gobierno mexicano es adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad del titular del Ejecutivo”, además de que reiterar que ninguna de estas aeronaves vuela en el espacio aéreo mexicano.
El dictamen técnico, también deberá estar validado por parte de la autoridad aeronáutica de Estados Unidos, la Agencia Federal de Aviación (FAA) de acuerdo al Convenio de Chicago, “que fija las reglas y normas de operación de la aviación civil en el mundo”.
En caso de ser necesario, dice la SCT, se acudirá a la opinión de “expertos internacionales para garantizar la aeronavegabilidad sin riesgos de estos equipos”.
El modelo Boeing 787 Dreamliner fue solicitado el 11 de diciembre por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para sustituir al avión presidencial que opera actualmente. Ayer, ante la expecativa internacional por las fallas técnicas de los aviones, esta dependencia informó que la compra se mantenía firme hasta que hubiera información concreta sobre su seguridad.
El presupuesto para comprar el avión es de seis mil 308 millones de pesos. La Presidencia de México se convertirá en el primer usuario de la aeronave, distinto a una aerolínea comercial.
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