El Papa Benedicto XVI aseguró hoy que el capitalismo salvaje y su culto al beneficio a toda costa ha provocado crisis, desigualdad y miseria, situaciones capaces de convertir al ser humano en esclavo.
En un discurso pronunciado en El Vaticano ante integrantes del Pontificio Consejo “Cor Unum” (responsable de coordinar las labores de caridad a nombre del obispo de Roma en el mundo), criticó el impacto social de las ideologías que han pretendido marginar a Dios.
Advirtió que, en toda época, cuando el hombre no ha buscado el proyecto divino para su vida, ha sido víctima de tentaciones culturales que han acabado por convertirlo en esclavo.
Además del capitalismo salvaje indicó a otras ideologías que en el pasado promovían el culto a la nación, a la raza y a la clase social, como “verdaderas idolatrías”.
Según Joseph Ratzinger, también en la actualidad se conocen “sombras que oscurecen el proyecto de Dios”, como la mentalidad que busca reducir al ser humano a una mezcla entre “materialismo hedonista” y “prometeísmo tecnológico”.
“De la unión entre una visión materialista del hombre y el gran desarrollo de la tecnología emerge una antropología finalmente atea, que presupone que el hombre se reduce a funciones autónomas: la mente al cerebro, la historia humana a un destino de autorrealización”, afirmó.
“Todo eso prescindiendo de Dios, de la dimensión propiamente espiritual y del horizonte ultra terreno”, añadió.
En un escenario donde el hombre se olvida de su alma espiritual, aquello que es técnicamente posible se convierte en moralmente lícito, todo experimento resulta aceptable, toda política demográfica consentida, toda manipulación legitimada, sostuvo.
Precisó que el peligro más temible de esta corriente de pensamiento está en la absolutización del hombre, que quiere ser absoluto, desligarse de todo vínculo y de toda constitución natural.
Dijo que así pretende ser independiente y piensa que su felicidad está en la afirmación de sí mismo, pero en realidad niega radicalmente su ser criatura y termina en una dramática soledad.