La risa de Michael Turner resonó en el camerino de los Falcons. Cuando le preguntaron sobre el quarterback de San Francisco, Colin Kaepernick, el running back sonrió y dijo: “Me alegra no jugar en defensa”.

 

Turner y sus compañeros en la ofensiva de Atlanta tratarán de controlar la posesión del balón y limitar al máximo la presencia de Kaepernick en el terreno el domingo en el partido por el título de la Conferencia Nacional de la NFL.

 

Los Falcons han visto suficiente de Kaepernick en sus ocho partidos como titular como para respetar las habilidades del veloz quarterback con el cañón por brazo.

 

Kaepernick llega a Atlanta tras acumular 181 yardas por tierra, un récord de la NFL para un mariscal, con dos touchdowns en el triunfo del fin de semana pasado sobre Green Bay. También lanzó para 263 yardas y dos anotaciones por aire, y se convirtió en apenas el tercer quarterback que lanza y corre para al menos dos touchdowns en un partido de playoffs.

 

Los 49ers no necesitan que les digan que cuentan con un quarterback superdotado. En apenas media temporada, Kaepernick le cambió el rostro al ataque de San Francisco.

 

“Es súper rápido, atlético y puede lanzar la pelota”, enumeró el running back de los 49ers, LaMichael James. “Una vez se sale del bolsillo de protección, siempre está mirando hacia el frente. Su prioridad es lanzar la pelota antes que correr. Pero, una vez sale corriendo, es más rápido que muchos running backs y linebackers. Es un atleta increíble”.

 

Los otros equipos

 

Los Patriots deben estar felices por jugar en casa el partido por el título de la Conferencia Americana de la NFL.

 

Nueva Inglaterra buscará extender su dominio en el escalón final hacia el Súper Bowl cuando enfrente el domingo a Baltimore, el mismo equipo que los Patriots vencieron hace un año por la corona de la conferencia. Ese triunfo dejó al equipo de Tom Brady con récord de 4-0 en finales de la AFC en su cancha.

 

Aunque fueron más vulnerables en casa que de costumbre en la temporada de 2012, con derrotas ante Arizona y San Francisco y juegos cerrados contra Búfalo y los Jets, los Patriots (13-4) están contentos por no tener que ir a Baltimore (12-6) este fin de semana. O a cualquier otro lugar.

 

Los Patriots son uno de los mejores equipos como locales en la NFL, con récord de 73-15 desde que su estadio Gillette abrió sus puertas en 2002, incluyendo 10-2 en la postemporada. Muchos de esos encuentros han sido palizas.

 

Pero los Ravens tienen marca de 8-5 como visitantes en los playoffs, incluyendo su triunfo sobre Denver en dos tiempos extras el sábado pasado. Y tampoco tienen motivo para temer por visitar Foxborough, donde han jugado bien en los playoffs.

 

“Hemos sido dos de los mejores equipos por mucho tiempo y nos conocemos muy bien”, señaló el estelar linebacker de los Ravens, Ray Lewis. “Es un partido de ajedrez, ellos van a hacer jugadas y nosotros vamos a hacer jugadas. Siempre se decide por alguna jugada clave. Siempre será un partido disputado hasta el final”.

 

 

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FOTO: Ray Lewis | AP

 

 

Lewis busca ganar su segundo Súper Bowl antes de retirarse.