El Ejército argelino ingresó hoy a la planta de gas del sur de Argelia, tomada el miércoles pasado por islamistas, y encontró otros 25 cuerpos, entre ellos 12 extranjeros, tras su asalto final y la liberación de cientos de rehenes.
El hallazgo fue confirmado por el ministro argelino de Comunicación y Transportes, Mohamed Said, horas después del asalto final para la liberación de los cautivos, lanzado la víspera por fueras especiales del Ejército.
La planta, operada por el gigante petrolero Bristih Petroleum (BP), fue atacada el miércoles pasado poco antes del amanecer por entre 20 y 30 islamistas encapuchados, que tomaron como rehenes a cientos de trabajadores, entre ellos decenas de extranjeros.
El grupo Katiba Moulathamine (Batallón Moulathamine), ligado a la organización Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), se responsabilizó del ataque, el cual aseguró que fue en represalia a la ofensiva militar lanzada en Malí.
En declaraciones a la radio argelina Anis Rahmani, el ministro de Comunicaciones dijo este domingo que, “desgraciadamente”, el balance de muertos por el operativo en la planta de gas natural de Tingentaurin será “revisado al alza”.
“Las fuerzas especiales continúan en la planta de gas de Tiguenturin buscando posibles nuevas víctimas”, indicó el funcionario, tras aclarar que las cifras dadas hasta ahora son provisionales, según un reporte de la edición electrónica del diario argelino El Watan.
El Ministerio del Interior informó la víspera que durante el operativo de rescate fallecieron 23 rehenes, entre ellos varios extranjeros, además de 32 de los asaltantes, y que fueron liberados a salvo 685 trabajadores argelinos y 107 de diversas nacionalidades.
Entre los 25 cadáveres encontrados este domingo se encuentran los de al menos tres ciudadanos británicos y los de nueve japoneses, que habrían sido ejecutados por los islamistas ante la negativa de poner fin a la intervención francesa en Malí y liberar a islamistas presos.
El ministro no dio detalles de la operación de rescate ni sobre la nacionalidad de las víctimas, ni el destino de los rebeldes islamistas, que según algunos reporte de medios internacionales, habría sido abatidos en su totalidad.
El gobierno de Reino Unido confirmó que al menos tres de sus ciudadanos habían muerto en el asalto de ayer sábado de las fuerzas armadas argelinas para poner fin a la crisis, que ha sido respaldada por varios países, entre ellos Francia.
“Desgraciadamente, sabemos que tres ciudadanos británicos han fallecido ayer y tres más se cree que están muertos y también otro ciudadano se ha dado por muerto”, dijo el primer ministro británico, David Cameron, en una declaración difundida esta tarde por televisión.
En tanto, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, defendió la manera en que Argelia resolvió la crisis, después de que algunos gobiernos de los extranjeros tomados como rehenes se quejaron por no haber sido informados de la operación.
“Lo que todo el mundo necesita saber es que estos terroristas que atacaron esta planta de gas son asesinos que saquean, desvalijan y matan. La situación era inaguantable”, dijo Fabius, en una entrevista a la emisora Europe 1.
“Es fácil decir que se debería haber hecho esto o aquello, que se debía garantizar a la vida de todos los rehenes, pero ceo que las autoridades argelinas tomaron la decisión, hay que entender que tenían que lidiar con terroristas”, agregó el ministro.
En este sentido, el ministro de Comunicaciones de Argelia destacó que los terroristas tenían planeado hacer volar toda la planta de gas de Amenas, lo que habría acabado con la vida de todos los rehenes, estimados en unos 800.
Said también reveló que los terroristas que atacaron la planta de gas eran de al menos seis nacionalidades diferentes, procedentes de países árabes, africanos y no africanos, “fue una operación bien planeada”, subrayó.