El trabajo de Jean Michel Basquiat es mostrar una de las esencias más interesantes que han surgido en el arte, en los últimos 50 años. Su vida llena de paradojas sin sentido, con la fuerza de un adolescente y la conceptualización de un prodigioso, muestra a un ser que se mimetiza con una ciudad como Nueva York.
Desarrollado en un ambiente nihilista, generó una nueva especie de artista de apariencia lumpen, ideas extravagantes y una gran sensibilidad artística, que de inmediato lo llevó relacionarse con los grandes iconos.
Su fama súbita y su muerte precoz tornean la figura del héroe joven. Para muchos, genio audaz, incomprendido y espontáneo, entregado a la soledad y el aislamiento, irritable e impredecible; para otros, simplemente un artista con una lucidez interesante.
Basquiat se unió a una larga tradición de artistas jóvenes que se distinguieron por sus obras retadoras, con ideas que cuestionaban a la tradición artística.
Perdió la vida a los 27 años y dejó tras sí una producción vasta y variada, de calidad sostenida. La vertiginosa rapidez de su desarrollo como artista puede indicar que “Basquiat abandonó este mundo mucho antesde alcanzar su primera madurez”, como bien planteara Lilliana Ramos.
Jean Michel tomó por asalto el mundo del arte en los tiempos en que el minimalismo había eterizado con su frialdad conceptual el entusiasmo del público ante los objetos de la creación artística. Basquiat desafió lo establecido, regresando a la figuración como principio expresivo y mostrando preferencia por la pintura.
Su primer contacto con el arte fue cuando empezó, junto a Al Díaz, a recorrer el bajo Manhanttan dejando frases, al estilo graffiti, como “SAMO an escape clause” (SAMO como cláusula de escape); “SAMO as an end to midwash religion, nowhere politic and bogus philosophy” (SAMO como fin a la religión comecocos, la política vacía y la falsa filosofía).
SAMO era un acrónimo de Same Old Shit (la misma vieja mierda). Así comenzó a llamar la atención de gente involucrada en el arte. Participó en programas de televisión, se convirtió en un personaje citado y esperado, terminó siendo absorto por el establishment, eso que despreciaba.
Una parte interesante de la vida de Basquiat es su contacto con Andy Warhol, que para muchos fue una persona de mucha influencia para Basquiat; para muchos otros, fue al revés.
Y como siempre sucede, una vez que muere el artista, entonces sí, se puede decir que: Jean Michel “Fue el primer artista negro en aparecer en la tapa del magazine dominical del New York Times”, “Bajo el nombre de Samo graffiteó toda New York”, “Con una brocha empapada de pintura blanca pintó una pared y cambió la historia del arte”, “Sedujo a artistas y a galeristas”, “Facturó millones”, “Antes de pintar, tuvo una banda punk”, “No hablaba de dinero, al menos del suyo”, “Adoraba la fama”, “Warhol lo admiraba y lo fichó como aliado y amigo”, “Madonna se enamoró de él, un rato”, “Sus padres fueron su lastre”.
Que “Murió de sobredosis de heroína a los 28 años, solo”, “Su novia lo había abandonado, como casi todos sus amigos”, “Su vida: un rugido que espabiló multitudes y lo ensordeció para siempre”, “El mundo entero lo venera sin fisuras y se babea ante la sola mención de su nombre” o como él mismo lo había intuido “La misma vieja mierda”.
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