NUEVA YORK. La filial estadounidense de Atari, el famoso fabricante de videojuegos, se declaró en bancarrota como paso previo para separarse de la matriz francesa y especializarse en juegos para teléfonos móviles, se anunció hoy.
La filial (Atari Inc.) y otras tres compañías de pequeño tamaño presentaron la declaración ante un tribunal federal de Nueva York en la noche del domingo y su objetivo es obtener capital independiente para centrarse en juegos digitales y para móviles, detallaron hoy en un comunicado.
La filial espera vender en un plazo de 90 a 120 días la gran mayoría o la totalidad de sus activos, incluyendo los derechos de sus juegos más famosos, detalla la nota.
En los últimos años, Atari Inc. ha cambiado su modelo de negocio desde las plataformas de videojuegos tradicionales a los juegos digitales basados en las marcas más famosas de la entidad, como “Pong”, “Asteroids” y “Centipede”.
Como resultado, Atari Inc. se ha convertido en “un motor de crecimiento” para su matriz Atari S.A., que ha conseguido beneficios anuales consecutivos en 2011 y 2012, añade la nota.
El objetivo de la declaración de bancarrota es “separarse de los obstáculos de la estructura financiera de la compañía madre, Atari S.A.”, añade el comunicado.
La declaración de bancarrota “constituye la opción más estratégica para las operaciones de Atari en EU”, cuyas posibilidades de genera beneficios no se han cumplido “bajo el control de Atari S.A.”, recalcó el comunicado.
La compañía ha afrontado en los últimos años problemas financieros y los esfuerzos para afrontarlos se han complicado debido a la compleja organización de la entidad, que es esencialmente un operación estadounidense propiedad de una entidad francesa con deudas y que cotiza en la bolsa de París, según explica en su edición digital el diario Los Angeles Times.
Nacida hace 31 años y especializada en las máquinas de juegos de los salones recreativos y en las primeras consolas, Atari se vio desplazada progresivamente por los nuevos gigantes del sector como Sony y Nintendo a pesar del carácter icónico de algunos de sus juegos.