El metro de Atenas celebró hoy su quinto día consecutivo de huelga, a la que se sumaron durante media jornada los trolebuses y los trenes eléctricos interurbanos.
La huelga de los conductores del metro provocó en las horas punta atascos considerables en todas las avenidas principales de la capital.
La protesta se dirige contra los planes del Gobierno de aplicar a los empleados del metro las mismas tarifas salariales que existen en el resto del sector público lo que representaría una pérdida del 50%.
Los empleados del metro cobran más que los funcionarios del Ministerio de Transportes, según un convenio salarial separado que habían firmado con la dirección de la compañía de metro.
“El hecho de trabajar los fines de semana, el hecho de pasar toda la jornada laboral bajo tierra, y la responsabilidad de un conductor de metro por la seguridad de sus pasajeros hacen nuestro trabajo incomparable con el de un funcionario del Ministerio de Transportes”, destacó el presidente del sindicato, Dimitris Iliópulos, en un artículo en el diario “Efimerida ton Syntakton”.
La compañía que gestiona el metro y los trenes eléctricos, STASY, denunció hoy a los sindicatos ante los tribunales por lo que considera una huelga “ilegal y abusiva”, que “viola los reglamentos laborales”.
En un principio, estaba previsto que el metro realizara hoy tan solo un paro de varias horas, pero los sindicatos acordaron el domingo ampliar la protesta a toda la jornada.
El secretario general de Transporte, Nikos Stazópulos, afirmó en un comunicado que si bien los trabajadores tienen derecho a la protesta, deben hacerlo dentro de unas reglas.
Mañana estarán en huelga los autobuses y los trolebuses, con paros desde las 11:00 horas hasta las 16:00 horas.