El presidente Enrique Peña Nieto anunció que se establecerán prioridades en beneficio de 7.4 millones de mexicanos que padecen pobreza extrema y carencia alimentaria severa, y llamó a todos los órdenes de gobierno, sus programas y presupuestos a atender a los mexicanos con mayores necesidades.
La Cruzada Nacional contra el Hambre funcionará de manera focalizada en 400 municipios del país, desde todos los órdenes de gobierno y por encima de las diferencias ideológicas, aseguró el mandatario federal desde las Margaritas, Chiapas al firmar el decreto por el que se establece el Sistema Nacional Contra el Hambre (SINHAMBRE).
“La medida, no es de carácter asistencialista, sino de inclusión y bienestar social. Es un cambio de programas para el combate a la pobreza”, sostuvo.
En la presentación del programa, el mandatario aseguró que es inaceptable que uno de cada tres chiapanecos viva en pobreza extrema.
Acompañado por los mandatarios estatales, a excepción de los gobernadores de Guerrero y Jalisco, el jefe del Ejecutivo explicó que la cruzada tiene los ejes de orientación focalizada, que busca concretar los esfuerzos en las localidades más críticas de los 400 municipios de alta incidencia de pobreza extrema y carencia alimentaria, reportados por Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Asimismo, señaló que los esfuerzos de los sectores público y privado se deben dirigir hacia un mismo objetivo para hacer un frente común contra el hambre, pues la alimentación es un derecho humano que no se ha materializado plenamente entre todos los mexicanos.
“Ésta es una causa por encima de diferencias ideológicas. Una causa que nos une y nos debe mover a todos como país”, afirmó.
El programa funcionará con cuatro puntos fundamentales:
1.- Orientación focalizada, en la que se incluye un esquema intersectoerial, que va más allá de los programas que maneja Sedesol, en la que se utilizará información georeferenciada del INEGI, para ubicar con precisión comunidades que requieren atención prioritaria”.
2. Corresponsabilidad de gobiernos locales
3. Incorporación de participación comunitaria y social
4. Energía comunitaria. Todos los miembros del gobierno deben participar, ya que dijo, el combate al hambre es una responsabilidad pública para los gobernantes.
Destacó que la medida no es de carácter asistencialista, sino de inclusión y bienestar social en la que se establecerían prioridades en beneficio de 7.4 millones de mexicanos que padecen pobreza extrema y carencia alimentaria severa.