Para que México remplace a Brasil como la gran potencia económica de América Latina necesita combatir y erradicar el crimen organizado, el lavado de dinero y la corrupción, advierte Kroll Advisory Solutions.
“Si México desea convertirse en el líder económico de Latinoamérica, el gobierno debe implementar reformas para modernizar el sector público, promover la transparencia en los negocios y reducir la corrupción de los funcionarios”, dice Ernesto Carrasco, director general y jefe de la oficina de Kroll en México.
En un estudio para sus clientes, del cual posee copia 24 HORAS, el especialista recuerda que el Senado de Estados Unidos acusó el año pasado de blanqueo de capitales al banco HSBC, con sede en Londres, por, entre muchas cosas más, trasladar siete mil millones de dólares en efectivo al país norte desde su sucursal en México.
“Escándalos como ése son una clara señal de que algo anda muy mal y que las autoridades mexicanas pueden prender alarmas. La multa de 27.5 millones de dólares que HSBC debió pagar por incumplir con las normas de lavado de activos fueron un simple jalón de orejas”, manifiesta.
El investigador privado revela que entre enero de 2007 y julio de 2012, únicamente 83 personas fueron condenadas por lavado de dinero en México.
“Es una cifra mínima teniendo en cuenta el tamaño y el alcance del problema. Y este decepcionante resultado es sintomático del problema mayor”.
BAJO LOS REFLECTORES
El responsable de la empresa estadunidense encargada de analizar los riesgos y fraudes en varias naciones del mundo señala que actualmente la comunidad internacional espera la adopción de medidas como leyes de lavado de activos y seguridad nacional.
Kroll se estableció como “el detective de Wall Street”, ya que es una firma encargada de ofrecer servicios de inteligencia global para evitar cualquier riesgo en el sector empresarial.
“Si esas medidas no se adoptan. México no solamente perderá la oportunidad de convertirse en el líder económico del hemisferio, sino también se etiquetará como una nación de alto riesgo y vedado para la inversión extranjera”, manifiesta el especialista.
Se confirmaría un estigma. Según el estudio de Mexicanidad, realizado por la consultora De la Riva Group, ocho de cada 10 mexicanos creen que los extranjeros ven a México como país violento y corrupto.
En un análisis de riesgos sobre México, el jefe de Kroll señala que la economía mexicana enfrenta retos como reducir la tasa de delitos violentos, la cual afecta a la ciudadanía y siembran incertidumbre entre los inversionistas extranjeros.
“Y otros factores que pueden socavar los prospectos de crecimiento económico de México son la corrupción, el crimen organizado, la burocracia y la falta de confianza en la fuerza pública del país”, enfatiza Carrasco.
Sin embargo, una de las preocupaciones más importantes para la agencia de investigación Kroll es el lavado de dinero en la República, al cual considera “es enorme”.
“No es de extrañar que los cárteles mexicanos se encuentren entre los más ricos y más poderos del mundo”, asegura.
De acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, 85% de las drogas ilícitas vendidas en el mercado estadunidense pasan por México o Centroamérica. En 2010 se lavaron 10 mil millones de dólares en la República Mexicana.
PERMEA A EMPRESARIOS
En México las operaciones comerciales clandestinas de los cárteles de la droga han permeado a toda la economía, incluso en ámbitos controlados por el estado tales como el sector petrolero, agrega.
“Los sectores de bienes raíces y la construcción son otros dos sectores inundados de efectivo es una de las opciones más fáciles a las que tiene acceso el crimen organizado para lavar dinero”, comenta el especialista.
El Tesoro estadunidense, a través de la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), publica con mucha insistencia una lista negra de empresas y narcos mexicanos con quien no pueden hacer negocios, así como transacciones financieras o comerciales.
La semana pasada 24 HORAS informó que el Tesoro estadunidense identificó a la familia Meza Flores como un nuevo cártel mexicano, y lo consideró como enemigos de El Chapo Guzmán.
Además, la autoridad de Estados Unidos vinculó a tres empresas con la nueva organización, siendo una gasolinera que obtuvo la franquicia durante el gobierno de Felipe Calderón y una constructora recibió contratos, en dos meses, por más de 700 mil pesos del gobierno de Guasave, Sinaloa.
A lo largo del año pasado, la OFAC advirtió que empresas de construcción, inmobiliarias, tienda de ropa, accesorios y gasolineras son usadas por el Cártel de Sinaloa para lavar dinero, mientras Los Zetas utilizaban a una firma de servicios petroleros.
“Las autoridades gubernamentales cuentan con información fiable de que el crimen organizado no sólo está implicado en el comercio ilegal de gasolina robada, sino también que empresas constituidas legalmente se encuentran entre los compradores más habituales”, menciona el director general de Kroll México.
Entre septiembre de 2011 y septiembre de 2012, Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó una pérdida por tres mil 900 millones de pesos por el robo de combustibles de los ductos. Durante este periodo se robaron tres millones de barriles.
Veracruz, Sinaloa, Tamaulipas, Nuevo León, Sonora, Jalisco y Puebla son las entidades donde se detectó el mayor número de tomas clandestinas.
“El sector privado debe jugar un papel en la lucha contra el lavado de activos al promover una cultura que respete las leyes y sus consecuencias, una ética basada en controles internos que incluya medidas preventivas para vetar a proveedores y a otros terceros en las cadenas de suministro, así como límites a los pagos en efectivo de artículos caros como automóviles y propiedades de bienes raíces”.