BRUSELAS. Los ministros de Finanzas de la eurozona aprobaron hoy la elección del holandés, Jeroen Dijsselbloem, como nuevo presidente del Eurogrupo, con la única abstención de España, que quiso así evidenciar la falta de representación del país en las altas instancias económicas de la Unión Europea (UE).
El nuevo presidente, de 46 años y nombrado ministro de Finanzas hace sólo tres meses, ha tenido desde el principio el apoyo de Alemania al pertenecer a uno de los países que cumplen con los objetivos de déficit y deuda de Bruselas.
También consiguió el beneplácito de Francia y su ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, quien inicialmente expresó sus reticencias debido a su falta de experiencia en finanzas y le pidió que presentara de forma exhaustiva su programa de trabajo para los próximos dos años y medio, el periodo de su mandato.
“Espero que Dijsselbloem sepa recoger la herencia de Juncker. Trabajaremos todos juntos para que sea posible”, afirmó Moscovici al inicio de la reunión.
Dijsselbloem, con fama de paciente a la hora de buscar consensos, sustituirá tras ocho años al primer ministro luxemburgués, un veterano en la escena comunitaria.
“Creo que es la elección correcta”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, mediante un comunicado de prensa, sobre la elección de Dijsselbloem, a quien felicitó y le deseó “éxito en este trabajo”.
El holandés ha hecho llegar una carta a sus colegas de la eurozona en la que insistió en la necesidad de promover un enfoque equilibrado entre disciplina presupuestaria y solidaridad.
El nuevo presidente del Eurogrupo también ha querido dejar claro que no quiere que haya divisiones dentro del club de la moneda única entre los países con calificación triple A (como Holanda o Alemania) y los que no.