PARÍS. El Gobierno francés endureció su discurso contra los grupos terroristas en el Sahel tras el fin del ataque al complejo gasístico argelino, calificado de “acto de guerra”, y señaló que la operación militar que lanzó en Mali busca reconquistar totalmente ese país.
Varios ministros, como el sábado lo hizo hecho el presidente francés, François Hollande, salieron en defensa de la operación militar de las autoridades argelinas para poner fin a la acción de los salafistas en In Amenas, y de su negativa a cualquier negociación.
El más taxativo fue el titular de Defensa, Jean-Yves Le Drian, que dijo que cuando hay tantas personas amenazadas no se puede hablar de toma de rehenes, sino de “un verdadero acto de guerra” y “frente a un acto de guerra, el gobierno argelino (…) no tenía otra solución que reaccionar como si estuviera en guerra”.
“Argelia ha demostrado que no aceptará agresiones de este tipo”, señaló Le Drian.
El jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, también justificó la “respuesta adaptada” de Argel porque “frente al terrorismo hay que ser implacable” ya que “es un mal absoluto (…) y necesita una firmeza absoluta”.
Una forma de acallar las críticas, en particular de algunos países que tenían muchos ciudadanos entre los rehenes, de no haber intentado una salida conciliadora para intentar salvar sus vidas.
“Me choca un poco -comentó Fabius- cuando se da la impresión de que los argelinos fueron los culpables”, cuando lo que ocurrió es responsabilidad del grupo salafista que dirigió el ataque.
El ministro de Defensa reiteró la idea de que “Francia tiene intención de pasar el relevo a las fuerzas africanas (…), cuanto antes, mejor”, aunque puntualizó que si las tropas llegadas de otros países de la región les solicitan, podrán prestarles ayuda. EFE