Le pregunto a Mario Di Costanzo si todavía compara la inteligencia de Enrique Peña Nieto con la de Ninel Conde, la cantante de cabellera larga y sedosa que reforzó su fama por su pobre cultura general desde que confundió en televisión un tsunami con el surimi o lamentó en Twitter la muerte del terrorista Barack Osama en vez de escribir Osama Bin Laden.

 

Di Costanzo, quien acaba de ser nombrado presidente de la Condusef por el jefe de Los Pinos, está sentado en su escritorio de su nuevo despacho y aprieta los ojos y mientras desvía la mirada hacia el monitor de su computadora contesta: “Eran otros tiempos. Todo tiene sus momentos”.

 

Por las fechas en que Mario se pitorreaba en Twitter con geniales ocurrencias como: “@EPN= Es Parecido a Ninel”, aún creía en Andrés Manuel López Obrador, el ex candidato presidencial que lo hizo secretario de Hacienda del gobierno legítimo y después diputado federal en la LXI Legislatura por el PT, donde coincidió con Luis Videgaray, uno de los movimientos más importantes que hizo el entonces gobernador del Estado de México para curtirlo en la política nacional.

 

Di Costanzo envió un mensajito de texto a Videgaray poco después de que López Obrador acababa de rechazar el triunfo presidencial del candidato de la coalición PRI-PVEM al quejarse de un fraude electoral que impugnaría ante los tribunales electorales.

 

Se había hecho usuario de Twitter hasta posicionarse en los primeros lugares de algunas listas que rastrean las cuentas de políticos. En buena medida, el número de seguidores que había logrado obedecía a su dureza para afrontar a sus adversarios. “Falso que Videgaray me esté buscando. Ellos tienen mi teléfono y no me han llamado,  y para qué les tomaría la llamada a esos agachones”, escribió en octubre de 2010. En esos días los diputados discutían parte  del Presupuesto para el siguiente año y Di Costanzo había exhibido diversas inconsistencias a cargo de la Comisión de Presupuesto entonces  presidida por Videgaray.

 

Sin embargo, el nuevo mensaje que  mandaba por BlackBerry al priista después de las elecciones en las que el IFE daba por vencedor a Enrique Peña Nieto ocurría en medio de un enfriamiento de la relación entre Di Costanzo y López Obrador. La manera en que había sido redactado puede que hasta haya sorprendido a Videgaray que poco estaba acostumbrado al tono amigable del legislador del PT: “Quiero aportar al proyecto. Una opinión o algo cuenta con ello, querido Luis”.

 

Di Costanzo y Gerardo Fernández Noroña, también legislador del PT, fueron de los principales defensores del proyecto de López Obrador y para dignificarlo se rompieron la cara más de dos años con los diputados antilopezobradoristas. “El proyecto de nación es el de López Obrador. El PAN se robó la Presidencia”, fue parte de su discurso hasta que Andrés Manuel perdonó a Vicente Fox en tiempos de campaña electoral del año pasado. Ninguno de los dos avaló la postura amorosa del ex candidato presidencial y a partir de entonces fueron ignorados por éste.

 

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Debió haber sido en agosto, me contó Di Costanzo, cuando cruzó la puerta de las oficinas en las que Videgaray atendía como coordinador del equipo de transición del presidente electo. Ambos se vieron con una sonrisa amistosa, al final de cuentas Mario había reconocido que Andrés Manuel había perdido por segunda vez la Presidencia y eso tenía de buen humor al político del PRI.

 

“Mi primera impresión al verlo fue hallar al doctor Luis Videgaray en una actitud bastante abierta. Me pidió opinión sobre algunos temas de interés nacional. Quedé en preparar algunas tarjetas y enviárselas. En el inter noté una apertura para sumar, una gran sensibilidad y encontré a excelentes personas”.

 

Una de esas personas fue Emilio Lozoya, quien en el equipo de transición de Peña Nieto la hizo de vicecoordinador de Asuntos Internacionales. Mario empezó a sentir aprovechados sus conocimientos por los hombres del Presidente y se desempeñó contento, después de todo no era la primera vez que hacía servicios para gobiernos priistas.

 

El 13 de marzo cumplirá 51 años. Después de titularse en Economía por el ITAM trabajó como jefe de oficina cuatro años en la Secretaría de Hacienda del gobierno de Miguel de la Madrid. También tuvo los cargos de asesor en la cancillería, director en la Secretaría de Turismo y director en la Lotería Nacional en la administración de Salinas de Gortari. Y volvió a trabajar como asesor de Hacienda en la era de Zedillo.

 

Luego fue asesor en el Congreso de la Unión (en 2000 fue designado responsable de la investigación del rescate bancario) y posteriormente ocupó la diputación del PT sin ser militante del partido. “Siempre he asumido los cargos con lealtad”, ha dicho.

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¿PUEDE EXPLICAR CÓMO LE HICIERON LA PROPUESTA PARA OCUPAR LA CONDUSEF?

 

El doctor Videgaray me citó en diciembre en su oficina– contesta el economista egresado del ITAM después de darle una bocanada al segundo cigarrillo Benson & Hedges que ha encendido a media entrevista.

 

¿CÓMO SE LO PROPUSO?

 

Me dice: “Oye Mario, el Presidente considera que por tu experiencia y trabajo siempre a favor de la gente puedes desempeñar un buen papel al frente de la Condusef”.

 

Y Di Costanzo aceptó inmediatamente:

 

–Es un honor ser considerado por el Presidente y trabajar para su proyecto.

 

Los dos, Videgaray y él, se dieron un fuerte abrazo como sello de la nueva alianza.

 

Desde esa dependencia defenderá a usuarios de servicios financieros y propondrá a la Presidencia las modificaciones legislativas para impedir abusos que en México se disparan entre los primeros lugares de América Latina.

 

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Desde el inicio de la conversación el presidente de la Condusef se había negado a hablar de temas anteriores a su nueva función.

 

“Ya lo pasado, pasado. Hay polémica sobre mi nombramiento. Hay opiniones críticas que respeto, pero no comparto. Yo no voy a polemizar, ahora estoy concentrado en mi trabajo”, me advirtió.

 

Nada más que hubo un tema al que no pudo darle la vuelta. Cuando pregunté si le dolió romper con López Obrador, soltó la taza de café a la que iba a darle un sorbo:

 

–Mira: Cada uno tomó un rumbo diferente.

 

PERO USTED DECLARÓ A ADN POLÍTICO QUE LÓPEZ OBRADOR LO TRAICIONÓ.

 

Quizá sí lo dije, pero en otro contexto. Yo no apoyaba la creación de un nuevo partido político.

 

¿ERA MEJOR SUMARSE A UN PROYECTO DE UN POLÍTICO AL QUE TANTO CRITICÓ?

 

La Cámara de Diputados tiene un proceso parlamentario. Ahí se habla, se discute. Es el seno donde se debaten las leyes.

 

USTED TAMBIÉN HIZO ACUSACIONES COMO QUE PEÑA NIETO ERA UN PRODUCTO DE LAS TELEVISORAS.

 

Rara vez hablé de las campañas. ¿De las televisoras?.. Mmmmh… No lo recuerdo.

 

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En el piso décimo de la oficina que hasta hace unos días ocupó el panista Luis Pazos aún no hay colgada ninguna fotografía de Enrique Peña Nieto ni tampoco insignia alguna del PRI, pero a Mario Di Costanzo nadie le quita hablar del Presidente y de Videgaray con esa pasión de quien se refiere a las viejas amistades.

 

–Reconozco de ambos su gran sensibilidad y apertura para sumar, su gran pluralidad, su acierto de convocatoria.

 

HA SIDO MUY CRITICADO DESDE QUE ACEPTÓ UNIRSE A PEÑA NIETO ¿ES USTED UN TRAIDOR COMO SE LO HAN DICHO?

 

Pudieron haberse dado muchas críticas, pero también hubo muchos mensajes de felicitación… El proyecto del Presidente tiene un verdadero sentido social.

 

¿QUIÉN LO FELICITÓ?

 

Mucha gente con o sin afiliación política. Mucha gente tiene mi teléfono: Me hablaron ex asesores de la Cámara de Diputados, gente de izquierda, muchos amigos.

 

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En los pasillos del Palacio Legislativo de San Lázaro a Jaime Cárdenas, Gerardo Fernández Noroña y Mario Di Costanzo, todos del PT, los apodaron Los tres chiflados por su permanente oposición a las iniciativas presentadas por Felipe Calderón, el PAN y el PRI. Era raro verlos a favor de las propuestas que no fueran de la izquierda y daban sus argumentos en incansables ponencias de todos los temas desde la máxima tribuna. Muchas veces hasta los proyectos del PRD del ala de Los Chuchos, eternos rivales de López Obrador, también eran reprobados por ellos.

 

En Cárdenas brillaba su conocimiento constitucional: siempre citaba con memoria fotográfica los artículos y les daba interpretación; en Fernández Noroña su terquedad a defender sus principios y su manera poética para hilar ideas: recurría a los grandes escritores y pensamiento filosófico; y en Di Costanzo su estructura mental y sus datos, números y estadísticas siempre frescos. Los tres años de la Legislatura insistieron en un contubernio entre el PRI y PAN para impedir el desarrollo del país.

 

Durante una sesión de 2010 quedó al descubierto un acuerdo en lo obscurito. César Nava, entonces presidente del PAN, admitió que firmó un convenio con Beatriz Paredes, su homóloga del PRI, para no celebrar ninguna alianza electoral en el Estado de México en 2011 a cambio de que el partido de Peña Nieto aprobara la Ley de Ingresos de la Federación tal y como la había presentado el presidente Calderón y que contemplaba nuevos impuestos.

 

“Este acuerdo sólo cargó a los mexicanos de más impuestos a cambio de prebendas electorales que sólo pretendían favorecer al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, con miras a la sucesión presidencial del 2012”, dijo Fernández Noroña. Su compañero Mario Di Costanzo lo apoyó. Era común verlos unidos. “Si se trata de buscar culpables sobre la situación, sólo son el PAN y el PRI. Que PRI y PAN echen para atrás los impuestos y le pidan perdón a la sociedad”, aseguró.

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Después de la ruptura determinante de Andrés Manuel con Los Chuchos, movimiento con el que mantuvo una alianza artificial en los últimos seis años por intereses mutuos, el ex jefe de Gobierno del DF anunció la creación de Morena como nuevo partido político. Pero junto con Di Costanzo otras personas que estuvieron en el gobierno legítimo, como Laura Itzel Castillo, quedaron fuera del proyecto seguramente por no estar de acuerdo en la conformación de un nuevo partido con el argumento de que la izquierda se fraccionaría.

 

Fernández Noroña llamó por teléfono a Di Costanzo cuando se corrió el rumor de que su ex compañero se iba a trabajar al equipo de Peña Nieto.

 

–Te estás equivocando. Es un error.

 

–Agradezco tu opinión. Lo voy a valorar.

 

Iban a ser las ocho de la noche de un día de la semana anterior cuando Di Costanzo encendió el tercer cigarrillo en nuestra conversación y dijo: “Soy una persona que escucha y valora. Pero reconozco la inteligencia y oportunidad del presidente Peña Nieto y del doctor Luis Videgaray para sumarme a un proyecto y una institución donde encontré muchísimas coincidencias”.

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En el proceso para confirmarse su paso al equipo del Presidente, de la noche a la mañana Di Costanzo borró su cuenta de Twitter. Pero le recuerdo que mediante una herramienta se pudieron recuperar tuits a pesar de la desaparición de la cuenta. Por eso está documentado todo lo que escribía en contra de Videgaray y Peña Nieto como cuando se discutía el Presupuesto:

 

@mariodicostanzo: “Luis Videgaray si no puedes sacar el Presupuesto yo lo saco! Estimado Luis eso le puede pasar hasta a los mejores alumnos del ITAM”.

 

@mariodicostanzo: “Pregunten a Videgaray si va a corregir la inconsistencia de sus anexos en el dictamen de presupuesto”.

 

Hasta a la esposa de Peña Nieto le tocaron las críticas:

 

@mariodicostanzo: “Dice La Gaviota que @EPN solo le hace caso a Ninel!”.

 

@mariodicostanzo: “Insisto q alguien le explique a @EPN que su coordinador de campaña es Videgaray y no Ninel Conde”.

 

¿AHORA QUE YA NO SOSTIENE TODOS ESOS DICHOS, ENTONCES ACEPTA QUE SE EXCEDIÓ?

 

–Eran tiempo electorales- dice con cierta risilla nerviosa.

 

USTED BORRÓ LA CUENTA CUANDO EL PRESIDENTE HA PEDIDO A SUS COLABORADORES USAR LAS REDES.

 

Borré mi cuenta porque la usé como legislador. Pero voy a crear una nueva.

 

Lo que son las cosas.  Ahora a Di Costanzo le toca averiguar junto con la comisión legislativa especial para investigar el caso Monex (como se le conoce a las acusaciones de López Obrador sobre la presunta compra de votos del PRI) si es que hubo o no transferencias de dinero para adquirir tarjetas electrónicas que se habrían regalado a familias pobres para favorecer la candidatura de Peña Nieto.