Luego de que se acordó mantener a la policía comunitaria coordinada con las fuerzas federales y estatales, para garantizar la seguridad en los municipios, los grupos de autodefensa retiraron 5 retenes y se normalizaron las actividades en diversas comunidades de Guerrero con la apertura de comercios y el regreso a clases, informó el gobierno mediante un comunicado.
En Ahuehuetla los niños regresaron a las escuelas, en tanto que los comerciantes reiniciaron actividades, y los pobladores recobraron la confianza de salir de sus casas.
Mientras, en Atliaca, en el municipio de Tixtla, se acordó la instalación de dos retenes con policías federales, estatales y municipales, así como integrantes de la Policía Comunitaria, además de que el Gobierno de Guerrero entregó una patrulla para reforzar las tareas de vigilancia en la zona.
En Acatempa continúan las negociaciones con los habitantes para establecer las medidas que les den seguridad.
A su vez, los pobladores de Tecoanapa ya retiraron 4 de los 5 retenes sobre carreteras del municipio, y los habitantes de El Limón mantenían pláticas con representantes de la Policía Federal para retirar el filtro en esta zona.
En Ayutla, lugar donde se instaló el primer retén encabezado por ciudadanos, se confirmó que el Ejército, la Marina y las policías Federal y Estatal vigilan cruceros, y las entradas a la ciudad, para preservar la seguridad en la zona.
En tanto, en San Marcos la población está constatando la presencia de la Marina, el Ejército y la Policía Federal, en los recorridos frecuentes por la cabecera municipal, y que también vigilan el punto de revisión que se mantiene, a petición de los pobladores, en la localidad de Las Mesas.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, explicó que la Policía Comunitaria que opera desde hace 17 años en 10 o 12 municipios del estado, sigue una serie de procedimientos; sus integrantes son sometidos a una asamblea comunitaria; reciben el aval de los propios habitantes de estas comunidades, y tienen capacitación para cumplir su cometido.