ATENAS. El sexto día consecutivo de huelga de los trabajadores del metro, al que se unieron los paros parciales convocados en otros medios de transporte urbano, provocó ayer grandes atascos en Atenas.

 

A pesar de que los tribunales han considerado ilegal la huelga -que excluye servicios mínimos-, los trabajadores del Metro decidieron llevar a cabo un día más de huelga de 24 horas para protestar contra los planes del Gobierno de aplicar a los empleados del metro las mismas tasas salariales que existen en el resto del sector público y de suprimir el actual convenio colectivo.

 

A esta protesta se une la de otros medios de transporte colectivo como los autobuses y trolebuses que pararon entre las 11:00 y las 16:00 y los trenes de cercanías y tranvías, que no salieron de sus cocheras entre las 12:00 y las 16:00 horas.

 

Los sindicatos de los medios de transporte público han convocado una asamblea en la que decidirán cómo continuar las protestas.

 

De acuerdo a los medios locales, el primer ministro, el conservador Andonis Samarás, ha dado instrucciones al ministro de Desarrollo y Transportes, Kostis Jatzidakis, para abrir el metro a los usuarios “a toda costa”, pero se pudo comprobar que las estaciones permanecieron cerradas y sin servicio.

 

Durante toda la mañana se sucedieron los atascos y los usuarios se apretujaban en los autobuses tratando de alcanzar sus lugares de trabajo antes de que comenzase el paro laboral en este servicio.

 

“Hay límites y condiciones en las huelgas que han sido violados”, denunció Jatzidakis, quien calificó a los huelguistas “de pacotilla” y anunció que “si es necesario” se modificará la actual legislación sobre huelgas.

 

Por otro lado, comenzó una huelga en los astilleros de Elefsina, cuyos trabajadores exigen al Gobierno que pague sus deudas con la empresa para evitar su cierre.