Un hombre británico de nombre Chris Taylor es la primera persona en probar el funcionamiento de una mano biónica desarrollada por la empresa de soluciones en salud NHS.

 

Este aparato registra los movimientos y señales eléctricas de los músculos del muñón en la extremidad que sea instalado para que sus componentes se muevan como lo dicte la voluntad de sus usuario, generando así maniobras muy precisas y cercanas a las de una mano humana común.

 

La extremidad electrónica puede ser usada durante 20 horas seguidas después de cargar por completo su batería y permite el agarre de prácticamente cualquier objeto con una gran precisión en un corto tiempo de respuesta.

 

 

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FOTO: ESPECIAL

 

El precio del dispositivo  es de casi 75 mil dólares y será distribuido en Alemania y Estados Unidos, además de Gran Bretaña.

 

Con información de Telegraph