Los jóvenes de entre 20 y 30 años son uno de los sectores desprotegidos de la seguridad social, afirma Gustavo Leal, investigador y especialista de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco.
Derivado de la reforma a las modificaciones de la Ley Federal de Trabajo y a un sistema de unificación de seguridad social y salud todavía incipiente y acotado recibirán una pensión muy baja y sus prestaciones de seguridad social serán mínimas.
En el primero de los cinco acuerdos establecidos en el Pacto Por México, firmado al inicio de esta administración, se establece la creación de una red de protección social que garantice el acceso al derecho a la salud y otorgue a cualquier mexicano, independientemente de su condición social o laboral, un conjunto de “beneficios sociales” del Estado a través de un Sistema de Seguridad Social.
Este sistema incorporará únicamente el acceso universal a los servicios de salud, la pensión para adultos mayores de 65 años, el seguro de desempleo y el seguro de vida para jefas de familia en caso de que fallezcan. En este sentido, el especialista reiteró que falta definición en materia de prestaciones.
Recordó que con la reforma laboral aprobada recientemente se establecieron dos condiciones que afectarán al grupo poblacional de los jóvenes: las contrataciones temporales, para capacitación o por horas, así como el outsourcing.
En el primer caso, los trabajadores no alcanzarán a cotizar las mil 250 semanas que necesitan para obtener una pensión suficiente para su vejez, por los tipos de contratación. Y en el caso del outsourcing, el patrón ya no está obligado a dar prestaciones de seguridad social.
Estudios demuestran que el IMSS deja de recibir 40 millones de pesos diarios por los 2.4 millones de empleados contratados bajo este esquema. Además, la subcontratación por terceros genera únicamente 23 mil millones de pesos en prestaciones, es decir, 13 veces menos de lo que debían entregar a las instituciones de seguridad social.
Leal afirmó que la reforma laboral dejó desprotegida a los jóvenes, ya que no tendrán, por ejemplo, incapacidades por maternidad o accidente de trabajo, servicios médicos, pensión por discapacidad o ahorros para la vivienda, y su pensión será el equivalente a un mes de salarios mínimos.
De acuerdo con el investigador, una de las soluciones podría ser acotar el sistema de seguridad –tal como hicieron con el Seguro Popular-, a sólo cuatro rubros: accesos a atención médica, seguro temporal de desempleo, riesgos de trabajo y pensión para adultos mayores.
Además, la reforma laboral desapareció la tabla de Enfermedades de Trabajo y la Tabla de Valuación de Incapacidades, establecidas en los artículos 513 y 514 de la Ley Federal de Trabajo, convirtiéndolas en un asunto administrativo en el que pierden su estatus de derecho laboral.
PROTECCIÓN CONSTITUCIÓN
Ante la situación que enfrentan los jóvenes, Javier Salinas, presidente de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, anunció que ya trabajan en una propuesta para elevar a derecho constitucional el tema de la seguridad social.
“De esta manera se consagran en la Carta Magna y ya no son programas que quedan a modo del Presidente”, dijo el legislador perredista, refiriéndose a los programas impulsados por el gobierno de Peña Nieto, como el 65 y más.
Por su parte, el panista Isaías Cortés, presidente de la Comisión de Salud, informó que la bancada trabaja para impulsar la seguridad social, con la portabilidad de los servicios en todas las instituciones, así como la homologación en cobertura y calidad.
Sin embargo, el diputado hace referencia al programa Seguro Popular que únicamente presta servicios de salud, pero no otorga prestaciones sociales.
Comments are closed.