Las declaraciones del ex primer ministro Silvio Berlusconi de que la peor culpa del dictador Benito Mussolini fue la aprobación de las leyes raciales, por las que se persiguió principalmente a los judíos, pero que también “hizo cosas buenas”, han desatado la polémica y la indignación en Italia.

 

Berlusconi realizó estás declaraciones a la prensa italiana a su llegada a la ceremonia celebrada en Milán en conmemoración de la Jornada de la Memoria de las víctimas del Holocausto.

 

El líder del Pueblo de la Libertad (PDL) también opinó que, respecto al Holocausto, “Italia no tuvo la misma responsabilidad que tiene Alemania, pues hubo una connivencia de la que al principio no se fue completamente consciente”.

 

Y sobre la posición que mantuvo la dictadura fascista afirmó que “es difícil ponerse en el lugar de quien decidió entonces”, y explicó que “por el temor a la potencia alemana se prefirió ser aliado de Hitler que oponerse”.

 

El dictador italiano (1883-1945) aprobó las leyes raciales, una serie de medidas legislativas y administrativas por las que se discriminó y persiguió a los judíos, a los gitanos y a los homosexuales, y cerca 7.000 italianos acabaron deportados a los campos de exterminio nazi.

 

“Berlusconi no tiene vergüenza y ha perdido una buena ocasión para quedarse callado. Afirmar justo en el día de la Memoria que Mussolini hizo muchas cosas buenas y que lo peor fueron las leyes raciales es un insulto a las víctimas del Holocausto”, afirmó el líder de Italia de los Valores, el exjuez Antonio Di Pietro.

 

El líder de la Unión de Demócratas Cristianos y de Centro, Pier Ferdinando Casini, aseguró que “no se puede estar de acuerdo con Berlusconi”, ya que “el fascismo es el responsable de muchas otras cosas”, y no sólo de las leyes raciales.

 

Para Anna Finocchiaro, portavoz del Partido Demócrata en el Senado, las palabras de “Il Cavaliere” son “inauditas”, pues “la culpa de Mussolini y de su régimen no consistió solo en las horribles leyes raciales sino muchas más cosas, comenzando por la anulación de la democracia en nuestro país y la alianza con el nazismo”.

 

Por su parte, el presidente de la Unión de las Comunidades Judías Italianas, Renzo Gattegna, tachó las palabras de Berlusconi de “superficiales e inoportunas” y destacó que lo peor fue “afirmar que Italia decidió perseguir y exterminar a los judíos para complacer a un aliado poderoso”.

 

Las asociaciones de judíos italianos e historiadores han recordado a Berlusconi que las leyes raciales se aprobaron en Italia antes de que comenzase la II Guerra Mundial y fueron aplicadas con total autonomía y responsabilidad del régimen fascista.

 

Incluso algunas asociaciones han amenazado con presentar una demanda contra Berlusconi por apología del fascismo.

 

Horas después de que estallase la política, Berlusconi emitió un comunicado en el que aseguraba que es un “amigo de Israel” y en el que condenaba a todas las dictaduras, como fue la fascista.

 

“Mis análisis históricos se han basado siempre en la condena de las dictaduras, y siento no haber especificado este dato fundamental en una de las tantas respuestas que di esta mañana. No hay ningún equivoco sobre la dictadura fascista”, escribió Berlusconi en una nota.

 

El ex primer ministro denunció la “especulación política” con sus declaraciones por parte de la izquierda de cara a la campaña electoral que vive Italia ante las elecciones prevista para el 24 y 25 de febrero.