En el campo y la sierra de México, se creería que las madres alimentan a sus recién nacidos con el líquido más nutritivo y a su alcance: la leche materna, sin embargo, el último reporte nacional de salud (2012) registró que sólo el 18.5% de las madres que habitan en estas zonas realiza lactancia materna exclusiva, lo que abre las puertas a las fórmulas lácteas en polvo.

 

De acuerdo  con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT), la lactancia materna exclusiva en todo el país disminuyó. De 22.3% en 2006, pasó a 14.4%. En el campo la cifra pasó de 36.9% a 18.5% en el mismo periodo.

 

Estos niveles están por debajo de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual aconseja alimentar a los recién nacidos con leche materna hasta el año de edad, y a partir de ese momento ir agregando alimentos complementarios, sin dejar la lactancia hasta los dos años.

 

Los factores son diversos, como el empleo, la edad de la madre, las múltiples responsabilidades e incluso un factor cultural. La nutrióloga Xaviera Cabada, consultada por 24 HORAS, considera que la fuerte presencia de fórmulas lácteas sustitutas y la falta de información, son dos de las causas principales.

 

ACUERDO PENDIENTE

En 2007 se firmó un acuerdo entre el gobierno federal y los principales productores de fórmula en polvo para bebés.  También hubo un proyecto para crear una Norma Oficial Mexicana que regule los componentes y nutrientes de las fórmulas (NOM-131-SSA1-2011),  no aprobado hasta el día de hoy.

 

Por ellola especialista de nutrición y salud alimentaria de El Poder del Consumidor, expuso algunos de los pendientes para evitar el consumo de las fórmulas sucedáneas e incentivar el consumo de leche materna, reconocida por sus diversos beneficios. 

 

Simbolo de lactancia materna internacional creado por Matt Daigle para la Mothering Magazine con el objetivo de promoverla || Wikipedia

 

 

TRABAJO

Incluir en las leyes federales el derecho a que las madres trabajadoras tengan un espacio digno y adecuado para extraer leche materna, almacenarla y enviarla a sus bebés.

 

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Regular las campañas de las empresas de alimentos y endurecer las penas para quienes violenten el acuerdo firmado en 2007.

 

Ello podría reducir también, lo que en la propia encuesta de salud se dice: “Los pobres resultados de lactancia no son sorprendentes cuando se considera que el medio en el que se desarrolla y vive la mujer mexicana es hostil a la lactancia”.

 

Cabada considera que esa actitud ‘hostil’ hacia el acto de amamantar es relativamente nuevo, a pesar de que América Latina ha sido de antaño una de las regiones que veía con más naturalidad la alimentación del bebé, incluso en espacios públicos.

 

INFORMACIÓN

Recordar a la población que las fórmulas sucedáneas no se recomiendan a niños menores de un año y que por ser pulverizadas, tienden a contaminarse con mayor facilidad

 

Regular constantemente el servicio de salud, ya que se ha detectado que algunos trabajadores del sector recomiendan los sustitutos como una salida fácil ante dificultades de la madre para amamantar.

 

Promover información con la familia. No sólo la pareja, sino  abuelas, hermanas e incluso amigos que ayuden a la madre a realizar lactancia exclusiva.

 

OBESIDAD

Las fórmulas lácteas contienen de 3 a 6 cucharadas de azúcar por porción, lo que deriva, en ciertos casos, en obesidad y diabetes, ya que el bebé se desarrolla un fuerte vínculo con el sabor dulce.

 

BANCOS DE LECHE

Promover los bancos de leche materna higiénicos y bien regulados. En Estados Unidos, existe una organización llamada ‘Human Milk Banking’ (HMBNA), que acredita a diversos bancos de leche materna que distribuyen en hospitales de 264 ciudades de ese país.

 

La lactancia materna y una alimentación complementaria es vital para la supervivencia del niño, dice el reporte de la ENSANUT 2012. No hacerlo, es el “inicio de un ciclo perpetuo de desnutrición”, concluye Xaviera Cabada, pues mermará su desarrollo físico, inmunológico y neuronal.

 

Para más información se puede contactar a la especialista. Xaviera Cabada | saludalimentaria@elpoderldelconsumidor.org.mx