Al peligro que se vive en Coahuila por los hechos de violencia derivados de la presencia de organizaciones delictivas, se suma ahora el riesgo por los artefactos explosivos que los criminales “abandonan”, y que ya dejaron dos víctimas en el norte de Coahuila.
Luego de que dos menores resultaran heridos cuando les estalló una granada con la que jugaban, la cual encontraron en un baldío en Nava, Coahuila, autoridades informaron haber encontrado dos artefactos más en el mismo sector, aunque trascendió que podrían ser hasta cuatro.
Ante estos hechos, el doctor Germán Méndez, médico forense colombiano, dijo que en Medellín, donde labora, en una ocasión tuvo que intervenir cuando una niña de 13 años murió al explotarle una granada que traía en las manos. Méndez opinó sobre este tipo de casos y separa en desconocimiento y poder, las causas de los accidentes.
“Por un lado está el desconocimiento. Un niño se encuentra con un objeto tirado en la calle y en automático empieza a jugar con él y no se da cuenta de las consecuencias que podría traer.
Lo grave es la otra cara de la moneda, que es cuando el niño sabe lo que trae en las manos y siente poder, se siente superior, quiere jugar a que es grande y luego es que se dan los accidentes”, comentó el forense.
Abundó en que la creciente ola de violencia que está sacudiendo a México es un factor determinante para que los niños vean hasta normal el hecho de que cualquier persona porte un arma y haga uso de ella.
“Acá en Colombia hubo un tiempo en que era así, ahorita ya no tanto. Los niños empiezan a ver esto como algo normal y andan por la calle con sus armas de juguete en el mejor de los casos y quieren matar a todo mundo”, señaló.
Dijo que de continuar el brote de violencia en México, probablemente la del pasado viernes en Coahuila, no será la última ocasión en que se den situaciones de detonación de armas accidentalmente.
En Saltillo, en septiembre de 2011 un pequeño de ocho años recogió una granada del suelo tras enfrentamientos en el fraccionamiento Agua Azul.
Trasladado
Nelson Pérez Santana, de 13 años, uno de los menores heridos en Nava, fue trasladado de emergencia a la Clínica 21 del IMSS en Monterrey, donde podrían amputarle un pie, mientras que José Rodolfo Romo sigue internado en el Hospital General de Piedras, estable.
Un niño se encuentra con un objeto tirado en la calle y en automático empieza a jugar con él, y no se da cuenta de las consecuencias que podría traer”. Germán Méndez, médico forense colombiano.
Aquí la nota: Explota granada a dos adolescentes en Coahuila; uno está grave