El Departamento de Estado de la Unión Americana cerró su oficina encargada de gestionar el cierre de la cárcel de Guantánamo, en Cuba y su enviado especial para esa labor, Daniel Fried, fue reasignado a otras funciones, según informó hoy The New York Times.
El diario cita como fuente un anuncio interno de personal del Departamento de Estado.
Fried pasará a ser coordinador de la oficina encargada de la política de sanciones, trabajará en temas como Irán y Siria, y nadie lo sustituirá como enviado especial para el cierre de Guantánamo, cargo en el que fue nombrado en marzo de 2009.
El anuncio de que ningún funcionario de alto nivel va a reemplazar a Fried parece indicar que el Gobierno del presidente Barack Obama no tiene entre sus prioridades el cierre de la polémica prisión, de acuerdo con The New York Times.
Sin embargo, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, renovó la semana pasada la promesa hecha por Obama en su primer mandato de cerrar la prisión, donde aún quedan 166 personas detenidas.
El mandatario prometió el cierre de Guantánamo nada más iniciar su primer mandato en 2009, aunque en 2010 rechazó seguir presionando para lograrlo por las dificultades logísticas, diplomáticas y judiciales del proceso, así como por la oposición de los republicanos.
“Hay obstáculos obvios en el Congreso para ello, pero continuaremos trabajando hacia ese objetivo, porque (Obama) cree que va en el interés de nuestra seguridad nacional”, indicó Carney la semana pasada.
Este mes se cumplieron once años del envío de los primeros presos a la cárcel ubicada en Cuba y creada por el expresidente George W. Bush para mantener en cautividad a los detenidos en la guerra contra el terrorismo.
Hoy precisamente se iniciaron en Guantánamo las audiencias de la comisión militar encargada del proceso contra Jalid Sheij Mohamed, el autoproclamado cerebro de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.