NACIONES UNIDAS.- Al menos 11 niños de entre seis y 11 años murieron hoy en un ataque en la provincia afgana de Kandahar, informó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En un comunicado, la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, condenó en “los términos más enérgicos posibles” el ataque que causó la muerte de los niños mientras estudiaban en una escuela religiosa.
El ataque ocurrió cuando un automóvil cargado con explosivos detonó en la carretera de manera tan poderosa que dañó estructuralmente el edificio donde los niños estudiaban.
“Los niños no deberían enfrentar la muerte cuando están tratando de aprender. Los padres no deberían tener que elegir entre la educación de sus hijos y su seguridad”, afirmó Fore.
La funcionaria exhortó a todas las partes en el conflicto a que protejan a los niños de la violencia en curso en todo el país y que garanticen que las escuelas sean espacios seguros.
A su vez, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se dijo indignado por la serie de ataques terroristas en Afganistán, sucedidos en Kabul y Kandahar, que causaron numerosas bajas entre civiles, personal de respuesta a emergencias y estudiantes.
De acuerdo con medios de información, al menos 31 personas perdieron la vida en los ataques, entres los que sobresalieron 10 periodistas.
En ese sentido, Guterres asentó que los ataques pusieron de relieve una vez más los riesgos que enfrentan los profesionales de los medios de comunicación para llevar a cabo su trabajo esencial.
“Los responsables de tales crímenes deben ser llevados rápidamente ante la justicia”, aseguró Guterres. Añadió que expresaba sus más profundas condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
NCG