SANTA MARÍA. El incendio que destruyó el domingo una discoteca en la ciudad brasileña de Santa María provocó 234 muertes y no 231 como se venía informando, según una corrección hecha por el Instituto General de Pericia (IGP) del estado de Río Grande do Sul.
El organismo aclaró que desde el propio domingo habían sido contabilizadas 234 víctimas fatales pero que por un error tres de los nombres no venían siendo incluidos en los listados oficiales.
El que está considerado como el incendio más trágico en los últimos cincuenta años en Brasil también dejó 118 heridos en hospitales, 75 de ellos graves.
Según las primeras investigaciones, el incendio comenzó cuando uno de los integrantes de la banda Gurizada Fandangueira que se presentaba en la discoteca Kiss encendió un artefacto pirotécnico cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.
En su interrogatorio ante el Ministerio Público los músicos negaron haber usado el artefacto y atribuyeron el inicio del incendio a un corto circuito.
La policía arrestó el lunes a los dos dueños de la discoteca y a dos de los músicos de la banda musical.
El exceso de público y fallas en la seguridad figuran entre las causas más probables del incendio del domingo que dejó 234 muertos en una discoteca de la ciudad brasileña de Santa María, dijeron los comisarios responsables de la investigación tras escuchar a unos 30 testigos.
“Ya tenemos varios indicios de que ese establecimiento no podría estar funcionando. Si la discoteca cumpliese todas las exigencias no tendríamos una tragedia allá dentro”, aseguró en declaraciones a periodistas Marcelo Arigony, uno de los comisarios de la Policía Civil del estado de Río Grande do Sul que está al frente de la investigación.
Según Arigony, la estrechez de la única puerta de salida de la discoteca Kiss, la presencia de un número de personas superior a la capacidad y el uso de un artefacto pirotécnico no permitido dentro del establecimiento son algunos de los indicios que comenzaron a darle un rumbo a la investigación.
Los testigos hasta ahora escuchados han dejado claro que la única puerta de salida era inadecuada para facilitar la evacuación y que había un público que rebasaba el aforo del establecimiento, que era de 691 personas.
La licencia de funcionamiento que otorgan los bomberos estaba vencida desde agosto pasado y, aunque los propietarios alegan que gestionaban su renovación, los testigos dijeron que los extintores no funcionaban.
El comisario admitió que hasta los bomberos y la alcaldía pueden ser acusados penalmente por la tragedia en caso de que se compruebe que algunas de esas fallas eran de su responsabilidad.
La justicia brasileña ordenó el embargo de los bienes de los propietarios de la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María. La medida fue solicitada para garantizar el posible pago de indemnizaciones en caso de que los dos dueños del establecimiento, arrestados el lunes, sean considerados como responsables por el incendio más trágico de Brasil en los últimos cincuenta años.
“El propósito de la medida es garantizar el derecho de las personas a una futura indemnización, de modo colectivo e igualitario, para todos los familiares de las víctimas de la tragedia”, afirmó el defensor público general del estado brasileño de Río Grande do Sul, Nilton Arnecke, en declaraciones al portal G1.EFE