Nos hemos acostumbrado a relacionar la gratuidad con gran contenido y aplicaciones en internet. Y es cierto que abrir un perfil en redes sociales no cuesta un peso al igual que ciertas aplicaciones, pero por ejemplo, para una empresa que desea desarrollar una estrategia en Social Media, es decir, en redes sociales, necesita cierta inversión. Para calcular el presupuesto (variable, dependiendo de la complejidad y de a quién se le encarga dicha tarea) hay que considerar los siguientes aspectos.

 

En primer lugar, aunque parezca obsoleto pues ya pasó el boom, es aconsejable la creación de un blog. Existen plataformas que no requieren la compra de un servidor y que permiten crear el sitio desde cero, con plantillas rediseñadas, pudiendo añadir todas las funcionalidades que se necesiten, incluso la programación de un espacio de ecommerce.

 

La otra opción es la compra de un dominio y el hosting que le proporciona a la empresa un mayor control en la gestión de su contenido. Ello implica el diseño de un blog profesional, cuyo costo varía de una agencia a otra y de un freelance a otro.

 

También debe considerarse la compra de fotografías. En este punto no hay problema, pues existen muchas bases de datos o bancos de imágenes en internet. Les recomiendo Fotolia (mx.fotolia.com), que no sólo vende fotografías sino también videos y diseños de logotipos personalizados.

 

Fundamental es el contenido del sitio por lo que se necesita una actualización constante a cargo de una persona que redacte los artículos o recurrir a empresas que venden artículos dependiendo de la temática y número de palabras.

 

Evidentemente no podíamos olvidarnos de abrir un perfil en Facebook y Twitter. Si bien abrir las cuentas, como se había mencionado antes, no cuesta dinero, gestionarlas es otra historia.

 

El reto para las empresas es hacer crecer su comunidad, es decir, incrementar sus followers, generando lealtad y confianza. Una opción es realizar concursos, sorteos o promociones, y existe una aplicación como Easypromos (www.easypromosapp.com) que nos lo facilita. La aplicación crea sorteos definidos mediante un único formulario, y en varios minutos se publica la promoción por 15 dólares.

 

En el caso de estar presente en más de una red social y publicar en diferentes momentos del día se hace imprescindible una aplicación que lo gestione, proporcionando informes de análisis y gráficos de la actividad.

 

Un ejemplo es Hootsuite (hootsuite.com). Esta aplicación web y móvil permite la gestión colaborativa (diferentes usuarios en una misma cuenta), y el uso de informes con integración de Google Analytics y Facebook Insights.

 

De nada serviría estar en una red social si no la monitorizamos para ver qué se dice de la marca, a la vez que conocer qué hace la competencia. Herramientas gratuitas como SocialMention o Kurrently pueden ayudarnos en un inicio pero para una función tan importante se recomienda contratar servicios de pago. Las más económicas son Netvibes y Tracktur.

 

Si bien no es necesario invertir en publicidad en redes sociales puesto que con tiempo y constancia se puede llegar a conseguir una gran comunidad, merece la pena al principio invertir pequeñas cantidades, por ejemplo en Google Adwards, para apuntalar la presencia en la red.

 

¡Y cómo no! No podemos olvidarnos de la contratación de la figura de moda en todo departamento de marketing: el community manager, la persona responsable de dinamizar las redes sociales.

 

Precisamente, el pasado 28 de enero celebró por cuarto año su día mundial. Una profesión que cambia de requisitos, como debe ser por estar relacionada con la tecnología, pero que no dejará de tener demanda dado el crecimiento de las redes sociales y su importancia para las marcas.