Boeing se apegará a sus planes de acelerar la producción de sus aviones 787 y no encuentra motivos para abandonar las problemáticas baterías de iones de litio que han representado el motivo principal de los problemas de la aeronave, dijo el miércoles el director general de la compañía, Jim McNerney.

 

Un incendio y un aterrizaje de emergencia, registrados a principios de este mes, involucraron a las baterías y obligaron a los reguladores a mantener en tierra los más nuevos y avanzados aviones de Boeing.

 

All Nippon Airways indicó el miércoles que reemplazó la batería 10 veces antes de detectar problemas de sobrecalentamiento este mes. McNerney dijo que las aerolíneas han estado reemplazando las baterías del 787 a un ritmo “ligeramente superior” al que Boeing había esperado. Todas han sido reemplazadas por cuestiones de mantenimiento, no por seguridad, dijo en una conferencia telefónica.

 

Boeing indicó que cerca de 2 mil baterías de todo tipo han sido reemplazadas anualmente en varios de sus aviones. Funcionarios de aviación estadounidenses dijeron que han pedido a Boeing un historial operativo completo de las baterías de los aviones 787.

 

McNerney dijo que se realiza un “buen avance” en hallar las causas de los problemas. Pero desconoce hasta cuándo el avión volvería a volar.

 

Los 787 cuestan más de 200 millones de dólares cada uno, si bien es común que se hagan descuentos. Boeing ha asegurado que recibe cerca del 60% del precio de compra al momento de entrega. Por lo que las entregas son importantes para el flujo de dinero de Boeing, pese a que los aviones mismos representan por ahora una pérdida económica porque su costo de fabricación sigue siendo superior al precio de venta de Boeing.

 

Por el exterior, el 787 luce más o menos como otros aviones en el aeropuerto. Pero por dentro las cosas son completamente distintas. El armazón es casi en su totalidad de fibra de carbono —un tipo de plástico de alta tecnología— en vez de aluminio.

 

El miércoles, Boeing reportó una ganancia en 2012 de 3 mil 900 millones de dólares, o 5,11 dólares por acción, un declive del 3% respecto de las cifras de 2011. Las acciones de Boeing, con sede en Chicago, aumentaron 94 centavos de dólar el miércoles para cerrar en 74,59 dólares.