En la ciudad de Amsterdam, existe más de una bicicleta por habitante, por lo tanto los accidente viales relacionados con éste tipo de vehículo son muy frecuentes.
La empresa TMO ha desarrollado un dispositivo de protección exterior para reducir la mortalidad relacionada con éstos eventos; se trata, ni más ni menos, de bolsas de aire para los no tripulantes del coche.
Funcionan con sensores y y una cámara instalados en la carrocería que detectan y calculan la distancia de los objetos fuera del vehículo, de ésta forma cuando un ciclista (o un simple peatón) se encuentre críticamente cerca, se activa una alerta y las bolsas de aire se inflan inmediatamente.
En la capital de los países bajos, hay al menos de 18 millones de bicicletas y al año se registran cerca de 600 mil muertes relacionadas con accidentes de tráfico que involucran bicicletas y automóviles.