La aviación francesa intensificó hoy sus bombardeos contra campamentos rebeldes en el norte de Mali, después de que el presidente de Francia, Francois Hollande, visitó la zona de combate para supervisar la misión de sus tropas en el país africano.
Aviones de combate franceses golpearon durante la noche del sábado y la madrugada de este domingo los campamentos de los islamistas malienses en el norte de Malí, principalmente en Kidal, la última ciudad arrebatada a los rebeldes.
Thierry Burkhard, portavoz del ejército francés, confirmó esta mañana que las incursiones se realizaron sobre bases específicas de logística y campos de formación, utilizados por los rebeldes islamistas, vinculados con red Al Qaeda.
Los bombardeos llevaron a cabo alrededor del asentamiento de Tessalit, cerca Argelia, una de las principales rutas en la región montañosa de Adrar des Ifoghas, donde se cree que se esconden los rebeldes, tras huir de las ciudades tomadas por el ejército galo.
“Treinta unidades estuvieron involucradas en los bombardeos, caza-bombarderos, tanques y unidades de reconocimiento”, destacó la fuente, según un reporte del sitio MaliWeb.net.
Las fuerzas francesas y malienses se esfuerzan por tomar control absoluto de la ciudad de Kidal, considerada como el último bastión en poder de los rebeldes islamistas.
Los ataques aéreos franceses en el norte de Mali se intensificaron s horas después la visita del presidente francés a las ciudad de Tombuktu y Bamako, que están bajo completo control del Ejército de Malí y las tropas francesas.
Durante su sorpresiva visita, Hollande felicitó a las tropas de sus país por los logros alcanzado hasta ahora en la ofensiva militar, denominada “Operación Serval” y prometió que Francia permanecerá combatiendo al lado de Malí el tiempo que haga falta.
El 11 de enero pasado, Mali y Francia lanzaron una ofensiva militar conjunta para evitar el avance de los combatientes islamistas hacia el centro del país, luego de su éxito por el control de una vasta región del norte del país, alcanzado en junio tras el vacío de poder.
Francia ha desplegado tres mil 500 tropas terrestres, aviones de combate y vehículos blindados en las tres semanas de la ofensiva militar, que ha logrado arrebatar a los rebeldes del control de las ciudades de Gao, Tombuktu y Bamako.
“Hay riesgos de terrorismo, por lo que aún no hemos terminado a nuestra misión. No prevemos permanecer indefinidamente, pero el tiempo necesario para liberar a Mali”, dijo la víspera Hollande en una conferencia de prensa en Bamako.
Kidal, a unos mil 500 kilómetros al noreste de Bamako, era junto con Gao y Tombuktu, el principal bastión del grupo Ansar Dine, que con otras organizaciones armadas, tomó el norte de Malí el año pasado, tras un golpe de Estado contra el presidente Amadou Toumani Touré.
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