El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, urgió hoy a tomar medidas para que las «armas de guerra» no sigan en las calles durante un discurso en Minneapolis, Minesota, una ciudad que ha logrado reducir en un 40 % la violencia armada entre sus jóvenes.

 

«Si hay una sola vida que podamos salvar, tenemos la obligación de intentarlo», subrayó Obama en su primer viaje fuera de Washington para impulsar sus propuestas encaminadas a un mayor control de las armas y a lograr apoyo ciudadano.

 

El presidente, que dijo que «es hora» de tomar medidas «de sentido común», volvió a expresar que es necesario prohibir la posesión de armas de asalto y de cargadores de alta capacidad, así como establecer un sistema universal de revisión de antecedentes.

 

«Las armas de guerra no pueden tener lugar en nuestras calles, en nuestras escuelas, ni amenazar a nuestros oficiales encargados de hacer cumplir la ley», remarcó Obama durante su discurso en el Departamento de Policía de Minneapolis.

 

De entre las medidas que impulsa Obama la prohibición de las armas de asalto, que debe ser aprobada en el Congreso, es la que más reticencias despierta entre los legisladores de su propio partido.

 

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, indicó este domingo a la cadena ABC que apoya expandir el sistema de verificación de antecedentes y que se debería estudiar la restricción del acceso a los cargadores de alta capacidad, pero rehusó respaldar la prohibición de las armas de asalto.

 

«No tenemos que estar de acuerdo en todo salvo en que es hora de hacer algo», anotó hoy Obama al poner de ejemplo lo ocurrido en Minneapolis, una ciudad que «se unió» y tomó medidas que han dado resultado para reducir la violencia entre sus jóvenes.

 

Además, el presidente enfatizó que «la única manera de reducir la violencia armada en el país es si el pueblo estadounidense decide que eso es importante», al urgir a los ciudadanos a presionar al Congreso para que apruebe leyes al respecto.

 

Dentro del debate generado tras el tiroteo en diciembre en Newtown, donde Adam Lanza mató a 20 niños y 6 adultos en una escuela después de asesinar a su madre y antes de quitarse la vida, Obama ha subrayado su respeto por la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho de los estadounidenses a portar armas.

 

Pero también presentó un plan en enero para reducir la violencia causada por las armas de fuego que incluye varias medidas que deben ser aprobadas por el Congreso, como restringir el acceso y la disponibilidad de armas de asalto y cargadores de alta capacidad, y asegurar un sistema universal de verificación de antecedentes.