La explosión en el epicentro del complejo de administración de Pemex se debió a una acumulación de gas, posiblemente metano, de acuerdo con los resultados de peritajes preliminares, explicó ayer el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam.

 

El funcionario, al tiempo que informaba las causas de la detonación, descalificó todas las versiones e hipótesis sobre un atentado. Así, mientras Murillo Karam describía lo que peritos y especialistas encontraron en el lugar de la explosión, también insistía en que esas características no se asemejaban a la utilización de un artefacto explosivo.

 

“La explosión fue producto de la acumulación de gas en el sótano del edificio B-2. Fue una explosión difusa que, en sus características, es lenta, horizontal y definida. No existía un cráter en la zona como podría dejar un artefacto explosivo, las vigas de acero no se fracturaron sino se doblaron, si fuera una explosión focalizada las vigas se fracturarían”, expuso.

 

El funcionario reconoció que hasta el momento no han logrado precisar de dónde provino y cómo se acumuló el gas. Hasta ahora tienen tres posibles fuentes que investigan. Una es un tubo conductor y regulador de gas metano. También reconoció que todavía se investiga si se trató de una acción negligente, culposa o un accidente.

 

Murillo Karam adelantó que, como parte de las pesquisas, se revisarán todos los contratos para servicios de mantenimiento que ha firmado la paraestatal respecto al complejo de administración ubicado en la Ciudad de México, para determinan si existe algún tipo de responsabilidad.

 

 

El procurador comentó que fueron seis los empleados de la empresa Copicosa que realizaban trabajos de mantenimiento en cuatro de los pilotes del edificio. De ellos, tres estaban donde se produjo la explosión y son los únicos que presentan quemaduras en el cuerpo, lo que corresponde, aseguró, a una explosión por gas, porque si fuera de otro tipo sus restos habrían sido desmembrados.

 

Ninguna de las personas que murieron o que resultaron heridas presentaba daños en los oídos, algo que ocurriría si se hubiese detonado un artefacto explosivo. Aseguró que tampoco fueron destruidas las ventanas del edificio, sin embargo, hay vidrios que sí colapsaron.

 

“No fue un explosivo, porque no hay ninguna de las características que podrían señalarlo como tal, el laboratorio dijo cero rastros”, comentó.

 

El procurador agradeció a los especialistas que participaron en los peritajes de la Policía Nacional de España, de la agencia de Tabaco, Alcohol, Armas de fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés), y de la empresa francesa Sociedad General de Supervivencia (SGS especializada en seguridad industrial); así como del Ejército, Marina, policías Federal y del Distrito Federal, Protección Civil, de la UNAM y del Politécnico.

 

Regresan el miércoles

 

Emilio Lozoya, director general de Pemex, informó que el próximo miércoles 6 de febrero se reanudarán labores en la Torre Ejecutiva, en los edificios C, D y E, ya que los peritos revisaron las estructuras y no existe algún riesgo.

 

37 muertos: Sindicalizados

 

24: Contratistas

 

6: Personal Confianza

 

5: Jubilados

 

Derechohabiente: 1 (niña de 9 años)

 

 Más datos

 

130 rescatistas del ERUM participaron en las labores de rescate

 

17 ambulancias del ERUM

 

490 departamentos fueron revisados

 

93 inmuebles fueron los monitoreados en las colonias Anáhuac y Anzures

 

111 mil trabajadores de base tiene Pemex

 

27 mil empleados de confianza

 

16 mil 563 metros cuadrados ocupa el edificio B2

 

165 mil metros cuadrados es el área del complejo completo