NUEVA YORK. Michael Dell, considerado en su momento el niño genio de la computación, logró retomar el control de la compañía que alguna vez llegó a dominar el universo de las máquinas.

 

La empresa que lleva su apellido anunció ayer su venta por un total de 24 mil 400 millones de dólares a un consorcio liderado por su fundador y CEO, Michael Dell, Microsoft y la firma de inversión Silver Lake, una transacción por la que dejará de cotizar en bolsa.

 

Los accionistas de Dell recibirán 13.65 dólares en efectivo por cada uno de sus títulos, lo cual representa una prima de 25% respecto al precio de cierre de la empresa el 11 de enero de este año, antes de que comenzaran los rumores acerca de esta operación.

 

Michael Dell era el Mark Zuckerberg de su tiempo, el genio que llevó la masificación de las computadoras a un nivel nunca antes visto. Su nombre era sinónimo de nuevos procesos de manufactura, calidad y buen precio.

 

A Dell también lo antecedía su leyenda: inventó su empresa en su dormitorio de la Universidad de Texas, en Austin, y se convirtió en multimillonario.

 

Fundada en 1984, se convirtió en la mayor surtidora de computadoras del mundo, bajo la premisa de recibir la orden del cliente, ver las especificaciones de la máquina deseada, armarla y enviarla lo más rápido posible.

 

En la década de los 90 la empresa llegó a valer 100 mil millones de dólares y creó una nueva élite: “los dellionaires”, los empleados que se beneficiaron con el valor accionario que adquirió en unos años.

 

El año pasado, la empresa continuaba cayendo aceleradamente, ante la llegada de las tablets y los teléfonos inteligentes.

 

“No vi completamente lo que venía”, dijo Dell en una reciente entrevista con The Wall Street Journal, refiriéndose al boom de las tablets.

 

Luego de pleitos y ajustes por su mala administración Dell dejó la empresa. Pero regresó en 2007, como su última salvación.

 

El anuncio de ayer forma parte de su estrategia de negocios para retomar el control de su empresa y evitar que desaparezca de la faz de la tierra.

 

Microsoft, cuyo software es utilizado en las computadoras de Dell, forma parte de este consorcio de inversionistas, por medio de un préstamo de dos mil millones de dólares, detalló Dell en un comunicado.

 

El resto del dinero provendrá principalmente de una combinación de efectivo y acciones propiedad de Michael Dell, el mayor accionista de la compañía con alrededor de 14% de sus acciones comunes, y fondos procedentes de la firma de inversión especializada en tecnología Silver Lake.

 

“Creo que esta transacción abrirá un emocionante nuevo capítulo para Dell, nuestros clientes y nuestro equipo”, afirmó al anunciar este esperado acuerdo Michael Dell, quien dijo estar comprometido con este proceso, para el cual está arriesgando una cantidad sustancial de su propio capital.

 

El fundador de Dell afirmó que la empresa ha conseguido un sólido progreso en la ejecución de su estrategia durante los últimos cuatro años, pero reconoció que tomará aún más tiempo, inversión y paciencia.

 

Una vez se complete la transacción para que la empresa deje de cotizar en bolsa, Michael Dell permanecerá en el puesto de presidente y CEO y mantendrá una parte significativa de las acciones de la compañía, que seguirá teniendo su sede en Round Rock (Texas).