Con sus varios millones de pobres, los estados de Oaxaca, Guerrero y Michoacán han significado en los últimos años un caldo de cultivo de conflictos político-sociales. Recientemente, el creciente rechazo a la reforma educativa se perfila como una amenaza para la gobernabilidad.

 

De acuerdo con la Medición de Pobreza 2010 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) estas tres entidades poseen casi dos millones de habitantes en situación de pobreza y pobreza extrema, ubicándose junto con Chiapas y Puebla como los estados con mayor marginación en el país.

 

Más de un millón de habitantes en estos estados no cuenta con seguridad social, servicios públicos en la vivienda (agua potable, drenaje, luz) y tienen altos índices de rezago educativo.

 

Frente a esta situación 131 municipios de Oaxaca, 46 de Guerrero y siete más en Michoacán han sido incluidos entre los 400 considerados prioritarios en la Cruzada Nacional contra el Hambre y la Pobreza.

 

Además de altos niveles de marginación, las tres entidades comparten la presencia del magisterio disidente, representado en las secciones 18, 22 y 14 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y que se ha caracterizado por su manifiesta oposición a un modelo educativo que consideran dista de las necesidades propias de esa zona del país y que, aseguran, ha sido avalado por el magisterio que encabeza Elba Esther Gordillo.

 

 

Los docentes en estas entidades se han negado a presentar el concurso de oposición para el ingreso al servicio magisterial, y las pruebas de evaluación a maestros y alumnos.

 

Ayer, en una jornada más de protestas en contra de la reforma educativa que está próxima a ser declarada como constitucional, los docentes reclamaron reconocimiento a su programa de educación alternativo.

 

Entrevistados ayer con motivo de las movilizaciones realizadas en la capital del país, paralelas a las que realizaron en sus entidades, secretarios de la CNTE defendieron su propuesta al asegurar que sus planes de estudio se adecuan a las necesidades de las comunidades y promueven el trabajo en equipo, la solidaridad y el aprendizaje.

 

En conferencia de prensa antes de marchar hacia la Cámara de Diputados, los secretarios sindicales de las secciones 18, 22, 9 y 14 de Michoacán, Oaxaca, Distrito Federal, y Guerrero, advierten que radicalizarán sus acciones en contra de la reforma educativa y no descartan paros de labores, desobediencia civil e incluso la toma de las instalaciones de la Secretaría de Gobernación (Segob).

 

Pero la oposición del CNTE a la reforma no ha sido la única. De manera paralela, el SNTE, que dirige Elba Esther Gordillo, ha manifestado su oposición en un discurso centrado en su rechazo a los resultados de la evaluación como condicionante para la permanencia de los docentes en el servicio.

 

Después de mantenerse fuera de la escena pública, Gordillo Morales afinó su postura en una columna publicada en el diario El Universal.

 

En el texto cuestiona el uso de la evaluación como una forma de “conducción política” por parte de organismos como la OCDE o el Banco Mundial, que no reconoce otros factores como la nutrición, salud y ambiente sociocultural de los educandos.

 

Pero va más allá y señala el uso de la evaluación con “propósitos disruptivos”, que ponen en riesgo la mejora de la educación, pero también el sano desarrollo del proceso social y político.