LONDRES. Tortugas galápagos en un zoológico de Londres se movieron con una pesadez impasible mientras el famoso pianista francés Richard Clayderman las serenaba con música de su más reciente álbum, “Romantique”, el jueves.
La música, etiquetada por su sello discográfico como un intento por poner a los reptiles de ánimo para aparearse, se perdió entre las lentas gigantes. Las tortugas no parecieron particularmente impresionadas con el éxito de Clayderman “Ballade pour Adeline”, y hasta una entusiasta interpretación de “Chariots of Fire” hizo poco por levantar sus espíritus.
Sólo se espabilaron cuando empleados del zoológico les trajeron unas zanahorias.
Las tortugas galápagos son las más grandes del mundo y pueden vivir más de 150 años. Pero estos dulces animales han tenido dificultades para ahuyentar depredadores y ahora están en peligro de extinción.
Clayderman dijo que a su Golden Retriever le encantaba recostarse junto al piano para oírlo tocar, “así que quizás es bueno para los animales que escuchen música”.
Quizás. Pero es posible que las tortugas simplemente no aprecien lo que Clayderman ha descrito como su nuevo estilo romántico.
El mismo Clayderman lució algo perplejo ante el ardid publicitario de su disquera.
“Después de tocar por todo el mundo — solía dar conciertos en Asia, Suramérica, Europa — es gracioso estar aquí, en este lindo zoológico”, expresó el pianista.