México anunció el reforzamiento del bloqueo sanitario en la frontera con Belice para evitar el ingreso de caballos debido al brote de encefalitis equina, y ofreció apoyo técnico para combatir la epizootia (epidemia animal) en ese país.

 

La Secretaría de Agricultura de México indicó en un comunicado que se adoptaron “medidas precautorias en la franja fronteriza sur” debido al surgimiento de dos focos de esa enfermedad altamente contagiosa que afecta a los equinos.

 

Asimismo, las autoridades mexicanas enviaron personal del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para colaborar en la identificación del subtipo del virus y vacunar animales vulnerables en el marco del Plan Estratégico de Cooperación Binacional en Materia Sanitaria y de Intercambio Comercial.

 

También se intensificó el contacto con los productores para que notifiquen cualquier anomalía de tipo neurológico en sus  equinos (asnos, caballos y mulas), y se investigan de forma inmediata casos sospechosos en poblaciones equinas susceptibles, principalmente en la zona sur del país.

 

La dependencia recordó que el pasado 26 de enero el Ministerio de Agricultura de Belice notificó a la Organización Mundial de Sanidad Animal la presencia de dos focos de Encefalitis Equina Venezolana en los distritos beliceños de Corozal y Cayo, y desde entonces el personal de Senasica ha estado en contacto permanente con técnicos de Belice.

 

Explicó que la Encefalitis Equina Venezolana de comportamiento epizoótico (que afecta simultáneamente a un gran número de animales de la misma especie) es una enfermedad “exótica”, que no existe en México, por lo que se tomaron todas las medidas de manera inmediata para evitar su ingreso al territorio nacional.

 

 

Señaló que “la Encefalitis Equina Venezolana de subtipos epizoóticos tradicionalmente se genera en Suramérica y es trasmitida a los equinos por diversos mosquitos, entre éstos los de los géneros Culex, Aedes y Anopheles, así como roedores y marsupiales selváticos”.

 

Precisó que en ocasiones los animales contagiados del mal pueden recuperarse sin desarrollo de síntomas, o también mostrar una encefalitis progresiva, aunque en su forma más grave “puede producir una enfermedad fulminante de tipo neurológico que termina con la muerte”.