En un ambiente más relajado que el de la semana pasada, el Consejo General del IFE inició la discusión del proyecto de la Unidad de Fiscalización. El salón de sesiones se encontraba lleno de personas de todos los partidos políticos, asesores de los consejeros, empleados del árbitro electoral y, sobre todo, reporteros y camarógrafos.

 

El consejero más cercano al PRI, Sergio García Ramírez (cuyo voto permitió al priismo librar la multa por el caso Monex), habló antes de que iniciara el debate. Quería que todo mundo supiera que él iba a conocer los argumentos del dictamen. Y ya a media discusión, García Ramírez dijo que se retiraba. Por la misma razón que hace dos sesiones había amagado con inhibirse en el caso Monex: por su cercanía con familias priistas. Ayer, a diferencia de hace 14 días, sí cumplió.

 

Y arrancan

 

El que abrió plaza en el debate fue Lorenzo Córdova. Él puso en la mesa que el proyecto que presentó la Unidad de Fiscalización se tenía que regresar, a fin de que el gran villano de esta novela, Alfredo Cristalinas, analice mejor los gastos de la campaña presidencial.

 

La representante del Partido Verde, Sara Castellanos, saltó en contra del proyecto. Y se desató el trotadero de asistentes y asesores de consejeros y representantes partidistas. Todos revisaban reglamentos y leyes a fin de conocer si este rechazo al proyecto era legal. Además de un documento de 74 hojas en el cual el IFE indicaba que el proyecto que se estaba discutiendo tenía inconsistencias.

 

El maratón

 

Una vez que el consejero Córdova puso sobre la mesa su propuesta para rechazar el proyecto y que se presentara un nuevo dictamen en julio, los consejeros Alfredo Figueroa, Benito Nacif, María Marván y Macarita Elizondo se le unieron otorgando la mayoría de votos al nuevo planteamiento.

 

Seis horas duró la discusión, los argumentos y contrargumentos.

 

El que se encargó de cuestionar a todos los que apoyaron la moción de Córdova fue el consejero Marco Antonio Baños. Él se manifestó a favor de ratificar el documento que entregó, desde hace nueve días, la Unidad de Fiscalización.

 

Uno de los asistentes más atentos fue Xavier Garza, encargado de las finanzas del PRD. Él ha sido acusado de no haber hecho las cuentas convenientes para Andrés Manuel López Obrador, y el PRD, PT y MC. Y platicó con Cristalinas por más de 40 minutos. Tan sorprendente la plática, que el encargado de Comunicación Social del instituto, José Luis Alcudia, pidió al fotógrafo del IFE que les tomara varias imágenes.