Estudios secretos del Departamento de Defensa arrojan dudas sobre si un sistema antimisiles súper costoso planeado para Europa podrá defender a Estados Unidos de cohetes de Irán, como es su objetivo, dicen investigadores del Congreso.
Funcionarios militares consideran que pueden superar los problemas y siguen adelante con los planes, pero las soluciones propuestas pudieran resultar difíciles. Una posibilidad ha sido descartada por no considerarse técnicamente factible. Una segunda, reubicar los interceptores de misiles planeados para Polonia y posiblemente Rumanía a navíos en el Mar del Norte, pudiera ser difícil desde el punto de vista diplomático.
Los estudios son los más recientes en resaltar las serias dificultades de un proyecto que ha sido criticado en varios frentes.
Los republicanos dicen que el plan fue desarrollado precipitadamente en un intento por apaciguar a Rusia, que se había opuesto al sistema previamente planeado. Pero Moscú también ha criticado este plan, que considera está diseñado realmente para interceptar sus misiles. Una serie de reportes gubernamentales y científicos cuestionan si el proyecto llegará a funcionar como está planeado.
En un momento en que las fuerzas armadas enfrentan drásticos recortes en su presupuesto, los estudios pudieran llevar al Congreso a reconsiderar si vale la pena gastarse miles de millones de dólares en un sistema que pudiera no satisfacer sus objetivos originales.
Los estudios secretos fueron resumidos para legisladores por la Oficina de la Contraloría del Congreso (GAO, por sus siglas en inglés), la rama investigativa de los legisladores, que está preparando un informe. The Associated Press obtuvo el documento de la GAO, que no es secreto.
Funcionarios militares declinaron las repetidas solicitudes para hablar de los estudios, haciendo notar que son secretos. Incluso en declaraciones a condición de guardar el anonimato, los funcionarios declinaron decir si la GAO había reportado sus conclusiones con precisión.
Pero el documento había sido revisado por varios funcionarios del Departamento de Defensa y las revisiones que éstos solicitaron fueron incluidas. No había indicios de que hubiesen objetado a la forma en que los estudios fueron descritos.
Los funcionarios enfatizaron que el interceptor de misiles está en sus etapas iniciales de desarrollo y que sus capacidades son desconocidas. Dijeron que Estados Unidos ya es protegido por otros sistemas antimisiles.
Incluso si los interceptores en Europa no pueden defender directamente al territorio estadounidense, los funcionarios indicaron que protegerían no solamente a los aliados europeos y a las tropas estadounidenses basadas en el continente, sino también radares norteamericanos necesarios para todos los sistemas de defensa antimisiles de Estados Unidos.